Educación Cívica

A mediados de los ochenta del siglo pasado empieza en España el botellón. Hay ciudades que tratan de controlarlo, pero en la mayor parte de ellas es un problema al que hay que buscar solución. Los Ayuntamientos deben regular jurídicamente el botellón mediante normativas municipales para controlar el ruido, la salud, la higiene y la seguridad ciudadana. Habrá que dedicar zonas para no molestar a los vecinos, y vigilar el cumplimiento de la normativa de prohibición de venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años. También habrá que obligar a todos los participantes a recoger todas las botell...

A mediados de los ochenta del siglo pasado empieza en España el botellón. Hay ciudades que tratan de controlarlo, pero en la mayor parte de ellas es un problema al que hay que buscar solución. Los Ayuntamientos deben regular jurídicamente el botellón mediante normativas municipales para controlar el ruido, la salud, la higiene y la seguridad ciudadana. Habrá que dedicar zonas para no molestar a los vecinos, y vigilar el cumplimiento de la normativa de prohibición de venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años. También habrá que obligar a todos los participantes a recoger todas las botellas, plásticos, vasos, etcétera; es decir, todos los desperdicios de la fiesta, de manera que el espacio quede tan limpio como estaba.

Para que las próximas generaciones sean más responsables, se debería incluir en la enseñanza infantil y primaria la asignatura de Educación Cívica, para darles instrucciones y conseguir que se comporten de una manera más correcta. Según Valentín Fuster, los niños de entre seis y diez años son más receptivos cuando se les habla de la salud. Inculcarles todo tipo de valores a estas edades es una oportunidad única.— Andrés Sanjurjo Martínez.