Cartas al director

Una falsa dicotomía

Hay una tendencia general a representar la realidad de forma dicotómica: blanca o negra, alta o baja, etcétera. Lo peor es que al final siempre se salda con la derrota de una de esas representaciones frente a la otra. Una de esas falsas dicotomías es la que se formula entre el compromiso y la libertad, dando por sentado que sólo uno de ellos puede prevalecer, especialmente cuando la referencia es hacia el trabajo intelectual. Cuando el compromiso es con la razón, o la ética, enfrentarlo con la libertad es una falacia, pues sólo desde la libertad es como se alcanza el compromiso; es más, ambos,...

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Hay una tendencia general a representar la realidad de forma dicotómica: blanca o negra, alta o baja, etcétera. Lo peor es que al final siempre se salda con la derrota de una de esas representaciones frente a la otra. Una de esas falsas dicotomías es la que se formula entre el compromiso y la libertad, dando por sentado que sólo uno de ellos puede prevalecer, especialmente cuando la referencia es hacia el trabajo intelectual. Cuando el compromiso es con la razón, o la ética, enfrentarlo con la libertad es una falacia, pues sólo desde la libertad es como se alcanza el compromiso; es más, ambos, compromiso y libertad, son absolutamente inseparables. Precisamente, si algo se ha echado en falta en los últimos tiempos en España ha sido la figura del intelectual “libre y comprometido”, no la del “libre o comprometido”.— Horacio Torvisco Pulido.

 

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