Cartas al director

Un problema de todos

En los dos últimos meses, estamos recibiendo noticias abrumadoras sobre la situación de los refugiados de distintas procedencias, sobre todo de los conflictos de Irak y Siria, sin que nos afecte demasiado o por lo menos no lo parece. Se reúnen los jefes de Gobierno o ministros del Interior europeos y se pugna por las cuotas que nos toca asumir, nos los “repartimos” con gran desvergüenza sin importarnos la gran tragedia que está suponiendo para cientos de miles de personas que hace poco tiempo tenían casa, trabajo y una vida normal. No se oyen voces ni propuestas de los partidos metidos de llen...

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En los dos últimos meses, estamos recibiendo noticias abrumadoras sobre la situación de los refugiados de distintas procedencias, sobre todo de los conflictos de Irak y Siria, sin que nos afecte demasiado o por lo menos no lo parece. Se reúnen los jefes de Gobierno o ministros del Interior europeos y se pugna por las cuotas que nos toca asumir, nos los “repartimos” con gran desvergüenza sin importarnos la gran tragedia que está suponiendo para cientos de miles de personas que hace poco tiempo tenían casa, trabajo y una vida normal. No se oyen voces ni propuestas de los partidos metidos de lleno en su objetivo: las próximas elecciones. Tanto España como Europa no deberían olvidar que no hace tanto tiempo que estuvimos en una situación semejante. Como dice Sami Nair en su artículo de opinión, es esencial que Europa inicie una reflexión profunda sobre este problema principalmente y busque soluciones viables y solidarias que verdaderamente legitimen el proyecto inicial de la UE.— Lydia Zapatero Remón.

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