Ahora sí, Park(ing) Day 2015
Por Pilar Sampietro
A la calle de nuevo, pero esta vez para estirarnos en una hamaca, para leer con tranquilidad ese libro que no hemos acabado en verano, para regar algunas matas de tomateras que todavía dan fruto. Así sería nuestra ciudad ideal, bajar a la calle de nuevo no sólo para ir al trabajo o para sortear a coches, motos, autobuses y camiones en pos de la acera de enfrente. La metamorfosis del gris al verde, que muchas ciudades llevan tiempo intentando, está tardando demasiado, así que la ciudadanía debemos actuar.
En San Francisco lo comenzaron a intentar hace justo 10 años el grupo de arquitectos Rebar y nació el Park (Ing) Day. Este próximo 18 de Septiembre en más de 170 ciudades del mundo volverán a ocuparse plazas públicas de aparcamiento de coches para reclamar un modelo de ciudad más verde, con más biodiversidad, diseñada para las personas y no para el tráfico automovilístico. Cada ciudad lo hará a su manera, respetando el reglamento de cada municipio. Hay lugares en el mundo en que los participantes pueden ocupar la plaza colocando la moneda en el aparcamiento, la diferencia es que en vez del coche allí se instalaran ellos con sus propuestas.
En Barcelona participan este año más de 55 entidades vecinales y medioambientales. Un mapa colgado en la web del evento www.parkingdaybcn.org facilitará la localización de las propuestas y animará a sumarse a una gincana, con premios de movilidad sostenible incluidos. El año pasado las propuestas nos mostraban lugares para pacificar calles, parques y jardines compartidos, zonas con más biodiversidad recibiendo la llegada de abejas urbanas, vecin@s cosiendo telas verdes para suplir el gris del asfalto, piscinas improvisadas llenas de hojas para el juego de los más pequeños o balas de paja diseñando un nuevo paisaje urbano.
Esa ciudad que Frans Masereel dibujaba en sus xilografías debería ser ya un reflejo del pasado. Nuestras ciudades necesitan abrirse a esas otras formas de vida que faciliten nuestra vida en ellas y acciones como la que estamos explicando lo hacen posible con imaginación y creatividad. Ahora solo falta que aquellos que gestionan los núcleos urbanos se den una vuelta ese día por las propuestas vecinales y conversen con las personas que viven en el lugar. El gris ya no es un color del SXXI , la vida en el planeta se merece una gama mejor, con más contacto social y más verde sobre el asfalto.