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Coordinado por Anna Argemí

Cultura sostenible: telas y palabras

Por Isabel García, de Caras de la Información

Cuando escribía su cuarta novela “Efectos secundarios” (Planeta, 2013), la escritora y periodista Almudena Solana descubrió que su mente sólo era capaz de desconectar del trabajo literario estando entre telas. Sumergida en los tejidos de su Atélier comprobaba que los personajes literarios desalojaban su mente regresando a las páginas de la novela. “Las telas son mi medicina”, exclamó sorprendida entonces. Y de estos ratos entre telas nacieron sus pañuelos y su marca Doctor Ideadedicada al diseño de complementos en tela con serenidad, alegría y mucha valentía. 

Y esos pañuelos únicos e irrepetibles que en Estados Unidos llamaron “arte portátil” se han ido convirtiendo en cuadros, auténticos poemas, historias que se dejan contar entrelazando la imagen y el texto. “De repente, un buen día, en uno de aquellos pañuelos metí una tela procedente de una mantelería, y lo uní con la seda más exquisita que tenía, y pensé: ¡Qué maravilla!. Comprendí que tanto en mis novelas como en mis creaciones en tela siempre había un afán por hacer que las cosas pequeñas luzcan, que los personajes secundarios sean importantes, dos telas que jamás se habrían conocido de repente encajaban y de esta relación surgían chispas. Así los pañuelos crecieron y se convirtieron en cuadros”, nos relata la escritora.

 En este proceso creativo Almudena Solana ha descubierto que las palabras y las telas son lo mismo para ella: herramientas para contar historias. Y afirma que telas y palabras “crean un baile muy interesante, un baile muy 'agarrao'”. En su Atélier conviven miles de trozos de tela, tejidos de todos los colores, texturas, formas, tamaños y procedencias. “Aunque lo que me gusta especialmente es recuperar aquéllas que se quedan huérfanas en los procesos de producción textil de las grandes tiradas. Seleccionar de entre todas, sólo algunas porque lo que más me interesa es combinar las telas más exquisitas y las más innovadoras, con aquéllas del pasado que esperan una segunda oportunidad desde un cajón o vinieron de viaje con nosotros en alguna maleta, telas que arrastran historia”.

Así las sedas, las sábanas, los restos de colecciones, los retales, las telas de la niñez, los tejidos destinados a ser manteles, los muestrarios, las banderas,… dejan de convertirse en lo que son y adquieren un nuevo uso cuando se convierten en una fuente de inspiración y materia para las creaciones de la escritora. “Telas de la mejor calidad comienzan una nueva etapa y los patitos feos, a veces, se convierten en cisnes”, dice esta escritora valiente que busca, permanente, poner el mundo al revés y romper con convencionalismos mal aprendidos. 

Tejidos como el del cuadro “Lecho marino” procedente de un colchón de lana de hace dos siglos, de esa España nuestra donde todo se protegía, los vasos tenían fieltro para no rallar la mesa, los sofás fundas, los muebles se cubrían.., esos años en los que la tela era tan importante, y esa tela antigua está unida a una moderna de peces que procede de Tokio.

 Cada tela tiene su historia y en ese caos que es su Atélier, son ellas las que se hacen ver, “es como un personaje que nace siendo secundario y de repente llama mi atención para tener más vida en la novela, lo mismo me ocurre cuando quiero contar una historia en tela”. Un proceso creativo que tendrá su versión en libro. “Creo que nuestra vida está ligada siempre a una tela desde que nacemos hasta que morimos, y quiero contar el proceso mágico de cómo llegan a mi o cómo me las encuentro y dónde, cuál es su procedencia o la personalidad que arrastran”, nos anticipa Almudena Solana.

“Pinto novelas, escribo con telas. Las palabras se cosen y los personajes de ficción dejan tras de sí sus hilos entre las páginas...Las telas esconden emociones, momentos y existencias únicas como sólo ellas y las palabras saben hacer. La página en blanco es un gran lienzo, un pedazo de tela: un enorme mantel. La vida es un mantel de color claro esperando las manchas, las migas, el vino. Y todo puede ser poesía”, escribe Almudena Solana en su trabajo “Poesía en tela”.

Imágenes cedidas por Almudena Solana

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