Cartas al director

Salvajismo en estado puro

En este mundo en el que la violencia hacia los animales se transmite de generación en generación, las fiestas del Toro de la Vega no son más que uno de los muchos dramas.

Solo los salvajes defienden el salvajismo. No hay que ser animalista, ecologista o similar para decir que es una aberración; salvajismo en estado puro. Si queremos avanzar como sociedad, la empatía con cualquier ser vivo es una obligación de todo ciudadano. Los animales también tienen derechos y sentimientos.

Evolucionemos, dejemos atrás prácticas que impliquen el sufrimiento y la muerte cruel de seres inocentes...

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En este mundo en el que la violencia hacia los animales se transmite de generación en generación, las fiestas del Toro de la Vega no son más que uno de los muchos dramas.

Solo los salvajes defienden el salvajismo. No hay que ser animalista, ecologista o similar para decir que es una aberración; salvajismo en estado puro. Si queremos avanzar como sociedad, la empatía con cualquier ser vivo es una obligación de todo ciudadano. Los animales también tienen derechos y sentimientos.

Evolucionemos, dejemos atrás prácticas que impliquen el sufrimiento y la muerte cruel de seres inocentes y a los que humillamos y llevamos hasta la muerte solo para que se diviertan unos cuantos. Ninguna tortura puede tener justificación alguna. Está en nuestras manos cambiar el destino de esos animales, solo en nuestras manos. Dolor y sufrimiento. Suficiente como para estar en contra.— Aitana Arnao Gil.

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