Un piso de lujo para el arzobispo
El pasado 23 de febrero me enteré por los medios de comunicación de que el papa Francisco expresó a la canciller alemana, Angela Merkel, que “el trabajo de los jefes de Estado es defender a los pobres”. Todo esto suena muy bien, pero esta noticia coincidió con otra que decía así: “El arzobispo Rouco Varela (ya jubilado) se ha trasladado a vivir a un piso de lujo de 370 m<MD+>2<MD> cuyas reformas han costado 500.000 euros a la diócesis de Madrid”.
En estos tiempos de tanta crisis y necesidad de tantas familias esto es un escándalo contrario a las enseñanzas del Evangelio. Así...
El pasado 23 de febrero me enteré por los medios de comunicación de que el papa Francisco expresó a la canciller alemana, Angela Merkel, que “el trabajo de los jefes de Estado es defender a los pobres”. Todo esto suena muy bien, pero esta noticia coincidió con otra que decía así: “El arzobispo Rouco Varela (ya jubilado) se ha trasladado a vivir a un piso de lujo de 370 m<MD+>2<MD> cuyas reformas han costado 500.000 euros a la diócesis de Madrid”.
En estos tiempos de tanta crisis y necesidad de tantas familias esto es un escándalo contrario a las enseñanzas del Evangelio. Así pues, los consejos del papa Francisco de que los Gobiernos se preocupen por los pobres son incoherentes con los gastos de Rouco Varela. Antes de hablar de este tema debería poner orden (y mucho) en su casa: la Iglesia.— Pilar Laguardia Espatolero.