Goya al mejor estreno en Twitter del año

Pocos tuits firmados por un famoso gozan ya de presunción de inocencia. Hasta el mejor pensante de los usuarios da por hecho que en esos 140 caracteres alguien le está vendiendo algo, y si no es un producto será la personalidad de la celebridad en cuestión. Y este estado de cinismo se suele exacerbar cuando un personaje público que no tenía Twitter se estrena en la red social: cuando Hillary Clinton publicó su primer tuit en junio 2013, el mundo dio por hecho que se trataba de su enésimo primer paso hacia la Casa Blanca. Y como l...

Incursión

Pocos tuits firmados por un famoso gozan ya de presunción de inocencia. Hasta el mejor pensante de los usuarios da por hecho que en esos 140 caracteres alguien le está vendiendo algo, y si no es un producto será la personalidad de la celebridad en cuestión. Y este estado de cinismo se suele exacerbar cuando un personaje público que no tenía Twitter se estrena en la red social: cuando Hillary Clinton publicó su primer tuit en junio 2013, el mundo dio por hecho que se trataba de su enésimo primer paso hacia la Casa Blanca. Y como la cosa va a peor cada año, cuando el actor Robert Downey Jr. tuiteó por primera vez en abril de 2014, se concluyó que todo era una solapadísima estrategia para colar anuncios de sus películas de superhéroes. De ahí que haya resultado tan refrescante, reavivante y revolucionario lo que hizo Antonio Banderas en el mundo 2.0 el sábado pasado cuando recibió su Goya de Honor: el malagueño se unió a Twitter con la única e insólita intención de estar en Twitter. Minutos antes de comenzar la ceremonia, lanzó un primer tuit que era todo un enunciado performativo en sí mismo. “Escribiendo mi primer tweet (sic) con el #GoyadeHonor a mi lado. Gracias a todos. #Goyas2015”, fueron sus primeras palabras, avaladas por un borroso selfi con, efectivamente, el #GoyadeHonor en cuestión (y, de paso, #PedroAlmodóvar). Era el inicio de una de las cuentas más simpáticas y transparentes que se han hecho en los últimos meses.

Un andamio

En los cinco días siguientes, Banderas publicó 30 tuits. A la mayoría les acompaña una foto sin filtros ni focos, que ya es de agradecer, y a la mayoría se les puede englobar bajo la etiqueta Emocionado y agradecido. Gracias por el Goya, gracias por la cálida acogida a Twitter y emocionado de compartir el tráiler de mi nueva película. Todo desde la más estricta enunciación: “Comparto el tráiler de…”; “Leyendo estos magníficos mensajes…”, “Muy contento repasando los inolvidables momentos de anoche”. Ni busca el ingenio ni los eslóganes. Puro andamio sin fachada.

Segundo tiempo

Dijo Banderas al aceptar el Goya: “Acaba de comenzar el segundo partido de mi vida”, la misma idea que había machacado en entrevistas la semana anterior. Es más que probable que su presencia en redes sea parte de este nuevo partido y que todo responda, en fin, a una estrategia. Pero mientras le salga tan natural, dará igual. Lo importante es que un famoso en su mejor momento está en Twitter y no quiere vender.