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Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

¿Qué hacer con el patrimonio fabril atrapado en la ciudad?

 FOTO: Rafael Vargas

El arquitecto Gianni Ruggiero (de Toolstudio) sabe lo que es trabajar con calma, tanteando el terreno, haciendo muchas visitas de obra y convenciendo al cliente para cada paso de una intervención. Lleva ocho años rehabilitando la antigua fábrica Damm de Barcelona. El encargo buscaba dar nueva vida a las salas centenarias, que ha...

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 FOTO: Rafael Vargas

El arquitecto Gianni Ruggiero (de Toolstudio) sabe lo que es trabajar con calma, tanteando el terreno, haciendo muchas visitas de obra y convenciendo al cliente para cada paso de una intervención. Lleva ocho años rehabilitando la antigua fábrica Damm de Barcelona. El encargo buscaba dar nueva vida a las salas centenarias, que habían quedado obsoletas al trasladar la producción de cerveza a nuevas instalaciones más alejadas del centro de la ciudad.

Conferencias, presentaciones, fiestas, reuniones empresariales o actividades todavía no imaginadas por los clientes o el arquitecto debían poder desarrollarse en un lugar que en su transformación no debía perder la esencia de lo que había sido: una fábrica de cerveza levantada en 1905.

Los materiales originales conviven ahora con otros nuevos y el acuerdo entre ambos modifica el espacio pero no el carácter del lugar. Este no es un proyecto de impacto, es un trabajo de centímetros y capas.

Ruggiero comenzó por la puerta. “Busqué abrir totalmente el espacio exterior a la ciudad durante los eventos”. La dificultad del encargo consistía en hacer “desaparecer” 40 metros lineales de valla que finalmente fue rediseñada por Mariscal para poder replegarse parcialmente.

Para la pavimentación interior Toolstudio recuperó los adoquines originales sepultados bajo diversas actuaciones de hormigonado y a continuación diseñó la barandilla de la escalera de acceso a la sala de calderas “como si todavía existiesen industriales de la época modernista”.

Aunque el estado de muchas de las estancias era ruinoso, Ruggiero trabajó “arreglándolo todo para que pareciese que no se había hecho nada”. Eso es hoy la fábrica. La rehabilitación rescata su identidad industrial aprovechando las paredes originales y los pilares de fundición e introduce nuevas aperturas, iluminación cenital y colores corporativos para racionalizar y dinamizar el espacio.

Ruggiero está especialmente satisfecho de su intervención en el núcleo central. “La fábrica estaba pensada para producir cerveza, no para el trasiego de centenares de personas de una planta a otra”. Para convertir esa suma de partes en un edificio accesible, el arquitecto cambio de cota los forjados originales y desarrolló una escalera libre cuyo recorrido permite que la luz solar penetre en la parte trasera del edificio. Un nuevo ascensor sintetiza el cuidado puesto por el proyectista. Aunque es nuevo y de aire contemporáneo, recuerda a un montacargas. Ruggiero diseñó el panelado e incluso los botones interiores. También partieron de cero los aseos, que combinan elementos industriales, el rojo de la marca Damm y vitrinas, en las que está expuesto parte del pasado de esa cerveza barcelonesa.

Precio la intervención por metro cuadrado según arquitecto:

Sala Maquinas + Núcleo Central + Aseos: 973€, Acceso: 648€ y Sala de Básculas: 903€.

Comentarios

¿está haciéndose uso de él? y si se hace ¿cuántos dias a la semana, al mes, al trimestre...? y alguna gente en la calle pero bien pensado si que está y de diseño.
Se ve una intervención fina y poco estridente, con detalles muy cuidados, que no es poco.Dan ganas de conocerlo.

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