Pollo a la ‘PPSOE’

En intención de voto está por ver, pero en cuestión de fantasma del pasado, para mí que PP y PSOE están en empate técnico

El expresidente Zapatero y Pedro Sánchez (derecha), en la presentación del libro de Jordi Sevilla, el jueves en Madrid.bernardo pérez

Llamadme maruja, pero el jueves, mientras los colegas de tribunales esperaban pelados de frío a que saliera ese hombre de ese trullo, yo no podía dejar de pensar en Rosalía, lady Bárcenas para el siglo. Me la imaginaba aposentada en el chester de su casa, sorbiendo un té verde tras otro, esperando a que apareciera él, con su fuerte aroma de macho alfa, y todo cambiara para ella. Porque, oye, vale que ahora salga él de Soto como un Miura de toriles mandán...

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Llamadme maruja, pero el jueves, mientras los colegas de tribunales esperaban pelados de frío a que saliera ese hombre de ese trullo, yo no podía dejar de pensar en Rosalía, lady Bárcenas para el siglo. Me la imaginaba aposentada en el chester de su casa, sorbiendo un té verde tras otro, esperando a que apareciera él, con su fuerte aroma de macho alfa, y todo cambiara para ella. Porque, oye, vale que ahora salga él de Soto como un Miura de toriles mandándole el recadito a Mariano de que arrieritos somos y en el prime-time nos encontraremos. Pero aquí la realmente hercúlea ha sido ella.

A ver, líbreme Esperanza Aguirre de sugerir que las señoronas de sus mansiones no son autosuficientes. Pero tener a ese hombrón en casa, que lo mismo te parte el bacalao, perdón, Jabugo, que te desatasca las tuberías a pulso, que te manda a ingresar 500.000 de vellón en billetes de 500 en la caja de la esquina, te proporciona, no sé, como otro desahogo. Por cierto, hay que ver cómo ha afectado la crisis a todas las capas sociales, para que luego diga Guindos que estamos despegando. Cuarenta y ocho horas de Rolex, que se dice pronto, le costó al extesorero reunir los 200.000 de fianza sableando a la familia, cuando eso era antes la calderilla que dejaba de propina con el cafelito y las porras del desayuno. Menos mal que Luis ya le ha dejado dicho a Cospedal que le vaya quitando el polvo a su despacho en Génova ya que piensa pedir el reingreso, por lo que creo que ella está a tila desde entonces. Pero yo estoy deseando que ese hombre empiece a currar como Dios manda a ver si en ese pisito de Príncipe de Vergara se van rehaciendo un poco, los pobres.

Bueno, por eso, y porque mataría por ver a “ese señor”, que dice Floriano, volver a entrar en esa sede como Pedro por su casa. Como Pedro Sánchez por Ferraz, concretamente. O sea, con las espaldas a cubierto. Porque, en intención de voto no sé, pero para mí que en cuestión de fantasmas del pasado, PP y PSOE están en empate técnico. La que pudo ser la casa común de la izquierda, que dijo Curiel en su día, se ha quedado entre el chalé de Gran Hermano VIP y el caserón de Los Otros. Hay que ver el daño que hacen las travesías de según qué desiertos: al enemigo ni agua, y al amigo, arsénico sin compasión ninguna.

No tenía bastante el presunto líder socialista con sentir el Predíctor de Susana en el cogote —el del embarazo no, el de si se presenta o no se presenta—, cuando va Bono, y se echa de nuevo al monte, perdón, road. El de U2 no, tonta, uno así con pelazo nuevo que fue ministro de Defensa con Zapatero y que no se conforma con nada. Fíjate tú que, siendo como es consuegro y abuelo de los nietos de Raphael, que ya es de por sí una responsabilidad histórica apabullante para un solo hombre, va el muy entrometido y se mete a alcahuete entre Zapatero y Pablo Iglesias a espaldas de su propia Ejecutiva. “No voy a contribuir al ruido”, ha respondido el pobre Sánchez a semejante puenteo sin caer en que, en ese gallinero, hay más follón que en un Bershka a las siete de la tarde de un sábado de rebajas. Y te dejo, que, hablando de fantasmas del Pleistoceno, vuelve Aznar a salvar a España del Apocalipsis y tengo las mechas superdescuidadas.

 

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