La dimisión que no llega

Soy una estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas. Justamente en la universidad donde realizo mis estudios estamos analizando en una de las asignaturas cómo prevenir, prever, gestionar y recuperarse de una crisis.

Nunca había sido partidaria de dimisiones tempranas, porque siempre he creído que el partido elegido debe acabar su mandato por respeto a los ciudadanos que han confiado en los candidatos elegidos. No obstante, no acabo de entender qué plan estratégico de comunicación está siguiendo el Gobierno, ni tampoco entiendo qué tipo de profesionales, se supone que expertos en comu...

Soy una estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas. Justamente en la universidad donde realizo mis estudios estamos analizando en una de las asignaturas cómo prevenir, prever, gestionar y recuperarse de una crisis.

Nunca había sido partidaria de dimisiones tempranas, porque siempre he creído que el partido elegido debe acabar su mandato por respeto a los ciudadanos que han confiado en los candidatos elegidos. No obstante, no acabo de entender qué plan estratégico de comunicación está siguiendo el Gobierno, ni tampoco entiendo qué tipo de profesionales, se supone que expertos en comunicación, están llevando a cabo la resolución de esta situación en la que nos encontramos actualmente.

Según los apuntes y documentos facilitados por los docentes que imparten la asignatura, el Gobierno está realizando lo contrario de lo que se debería hacer. Falta de información, malas relaciones con la prensa, acusaciones con poca consistencia, comentarios fuera de lugar, informaciones opuestas… Ahora sí que empiezo a poner en duda la honestidad de los cargos de cada uno de los políticos actuales y me pregunto si están suficientemente cualificados para desarrollar su posición con un resultado exitoso.

Ahora sí me empiezo a plantear si más de un político debería dimitir y aceptar que las cosas mal hechas jamás llegan a buen puerto.— Raquel Miracle.