La abuela de Twitter contra la Enterprise

William Shatner, el capitán James T. Kirk de 'Star trek', es el tuitero perfecto: sobreactuado, irascible y egoista

El actor William Shatner.CORDON PRESS

A William Shatner se le puede conocer de tres formas: por los años que pasó en los sesenta embutido en una faja y una peluca como el capitán James T. Kirk de Star trek; por los que pasó en los ochenta interpretando a T. J. Hooker; o, más famosamente, por todo lo que ha hecho desde entonces. Es decir, sobreactuar en la vida real como William Shatner, un actor cuyo inconmensurable ego le impide darse cuenta de lo venido a menos que está. Este último person...

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Los ochenta, frontera final

A William Shatner se le puede conocer de tres formas: por los años que pasó en los sesenta embutido en una faja y una peluca como el capitán James T. Kirk de Star trek; por los que pasó en los ochenta interpretando a T. J. Hooker; o, más famosamente, por todo lo que ha hecho desde entonces. Es decir, sobreactuar en la vida real como William Shatner, un actor cuyo inconmensurable ego le impide darse cuenta de lo venido a menos que está. Este último personaje lo interpreta tan bien allá por dónde va que cuesta pensar que no está inventado de cara a los medios. El caso es que todo esto convierte a Shatner, de 83 años, en un tuitero espectacular. Porque le siguen los cientos de miles de entusiastas de Star trek y porque él solo escribe para sí mismo. Se promociona a sí mismo en tercera persona. Se pelea con otros actores. Tiene arranques de diva. En marzo protagonizó la deserción de Twitter más corta de la historia. Anunció que, “tras mucho pensarlo”, había decidido abandonar la cuenta. Esto provocó mensajes de súplica de sus muchos fans. Como este: “Te necesitamos para que alumbres nuestras vidas”. Algo que a su vez provocó que Shatner regresara corriendo adonde el pajarito azul. “Vaya error he cometido”, escribió. Había estado fuera de Twitter 10 horas.

Adiós, Twitter

La historia no es nueva, pero ilustra perfectamente el arco de todo famoso que abandona Twitter. Un berrinche, generalmente precedido de un ataque de ego, una corta ausencia y, generalmente, un ignominioso retorno. El músico Trent Reznor se fue en el año 2009 alegando, literalmente, que “los idiotas habían ganado la partida”. Hoy, claro, sigue más activo que nunca. Miley Cyrus ha dejado Twitter al menos tres veces ya. El actor Alec Baldwin ha creado dos cuentas, y cuando deja una, retoma la otra.

Ego

Porque las historias que tienen ego y acciones funcionan mejor que las que no, estas son las que se cuentan con más frecuencia. No se alerta de que existe Marcia Dorsey, abuela de Jack, cofundador de esta red social. Se la considera La abuela de Twitter y su cuenta, casi todo fotos de amaneceres y cafés, y guiños a su nieto, es más afecto que espectáculo. Propio de los personajes públicos que prometió crear Twitter y nunca cuajaron. El jueves le tuiteó una foto de una pera a medio comer a una amiga, con el entrañable recado “Me estoy acordando mucho de ti”. Es casi la octogenaria opuesta a William Shatner. Nunca ha dejado Twitter. Nunca hablaremos de ella.

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