Idioma y discursos

Recomendaría al líder del PSOE, Pedro Sánchez, que moderase el uso de los masculinos y femeninos en sus discursos: padres y madres, hijos e hijas, nietos y nietas, trabajadores y trabajadoras. Resulta cansino escuchar esa continua redundancia, totalmente innecesaria para la comprensión de lo que se dice. El idioma español no es así. Como todos los idiomas tiene sus normas y convenciones, y en ningún texto bien escrito, desde el siglo XV hasta el XXI, encontramos esa duplicidad abusiva que al parecer solo pretende satisfacer a un cierto feminismo trasnochado. Son infinitas las palabras suscepti...

Recomendaría al líder del PSOE, Pedro Sánchez, que moderase el uso de los masculinos y femeninos en sus discursos: padres y madres, hijos e hijas, nietos y nietas, trabajadores y trabajadoras. Resulta cansino escuchar esa continua redundancia, totalmente innecesaria para la comprensión de lo que se dice. El idioma español no es así. Como todos los idiomas tiene sus normas y convenciones, y en ningún texto bien escrito, desde el siglo XV hasta el XXI, encontramos esa duplicidad abusiva que al parecer solo pretende satisfacer a un cierto feminismo trasnochado. Son infinitas las palabras susceptibles de ser dichas en masculino y en femenino: los pianistas y las pianistas, los lectores y las lectoras, los leones y las leonas. Si sistemáticamente utilizáramos ambos géneros de forma sucesiva el español sería insufrible. Pues bien, parte de esa insufribilidad es lo que encontramos en los discursos de Sánchez.— Armando Alfonso.