No me lo puedo creer
En estos últimos días hemos recibido tres noticias que, o no las he entendido, o no me las puedo creer. En una de ellas, parece ser que se proponen cuatro años de cárcel para parte (más de 10 personas) de los detenidos en la manifestación que dio lugar al 15-M. Para unos, se piden cuatro años, para otros seis, en total, unos 76 años de cárcel. Por otro lado, también se piden cuatro años de cárcel para la sindicalista que dicen, no lo aseguran, rompió un parabrisas de un autobús en otra manifestación. Y, por último, también son cuatro años de prisión lo que el fiscal pide para Miguel Ángel Flor...
En estos últimos días hemos recibido tres noticias que, o no las he entendido, o no me las puedo creer. En una de ellas, parece ser que se proponen cuatro años de cárcel para parte (más de 10 personas) de los detenidos en la manifestación que dio lugar al 15-M. Para unos, se piden cuatro años, para otros seis, en total, unos 76 años de cárcel. Por otro lado, también se piden cuatro años de cárcel para la sindicalista que dicen, no lo aseguran, rompió un parabrisas de un autobús en otra manifestación. Y, por último, también son cuatro años de prisión lo que el fiscal pide para Miguel Ángel Flores, promotor del Madrid Arena, y penas menores para los demás intervinientes.
Quisiera que alguien me corrigiera o me lo explicara. En el Madrid Arena, donde murieron cinco jóvenes, se duplicó el aforo del recinto vendiendo el doble de las entradas para hacer caja; unos médicos hicieron muy poco por la vida de dichas jóvenes y se les pide dos años y seis meses; los servicios de seguridad tampoco se esmeraron y abrieron indebidamente alguna puerta, o cerraron otras, dejaron pasar a gente sin control provocando la avalancha que produjo el desastre y fallecimiento de las víctimas. A esas 11 personas se les piden tres años de cárcel para cada uno.
Aunque no me puedo poner en la piel de los padres de las jóvenes fallecidas, me imagino que estas peticiones de condenas tienen que llenarles de consternación. Casos así nos llevan a pensar que la justicia no es igual para todos.— M. Carmen Velasco García.