El Toro de la Vega

Escribo esas líneas para rendir un sentido homenaje a un toro bravo, noble y de gran belleza llamado Elegido,un toro inocente que ayer fue víctima de una “tradición” (como les gusta decir a los defensores) que se llama Toro de la Vega, brutalmente asesinado por unos lanceros. Esa “tradición” es puramente medieval, sangrienta y totalmente innecesaria en nuestros tiempos. Hace falta más educación y más apoyo de todas las instituciones y de todos para abolirla. Hay que concienciar que todos los animales sin excepción sufren con el dolor.

Elegido, no tenías ninguna culpa, ...

Escribo esas líneas para rendir un sentido homenaje a un toro bravo, noble y de gran belleza llamado Elegido,un toro inocente que ayer fue víctima de una “tradición” (como les gusta decir a los defensores) que se llama Toro de la Vega, brutalmente asesinado por unos lanceros. Esa “tradición” es puramente medieval, sangrienta y totalmente innecesaria en nuestros tiempos. Hace falta más educación y más apoyo de todas las instituciones y de todos para abolirla. Hay que concienciar que todos los animales sin excepción sufren con el dolor.

Elegido, no tenías ninguna culpa, eras víctima de unos seres deleznables que disfrutaban con tu dolor. Pero pronto conseguiremos que esa “tradición” desaparezca para siempre. Descanse en paz.— Javier García Menéndez. A Coruña.

Código Penal, artículo 337: “El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado...”. Tordesillas, 16 de septiembre de 2014: El toro Elegido es perseguido y lanceado repetidamente hasta la muerte, durante más de una hora, por una caterva de energúmenos excitados, en un acto que el Ayuntamiento promueve, apoya y dota de medios, lugares y presupuestos. Y ahora pienso yo: si ante una salvajada tan evidente como esta la política es cobarde (en unas Cortes de Valladolid dominadas por el PP y con procuradores del PSOE y de IU, en un Ayuntamiento del PSOE), ¿no habría que, simplemente, abogar por que se cumpla la ley? En lugar de tanta manifestación y palabra que al final solo es testimonial, ¿no sería mejor que, quien pueda afrontar y pagar una querella como esta, la ponga en marcha?— Juan Carlos Gómez Soro. Las Rozas, Madrid.