El crimen machista
España se viene caracterizando lamentablemente por ser una de las naciones con más mujeres asesinadas en un contexto de violencia doméstica. El Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres acaba de sentenciar a nuestro país por no haber protegido a una mujer contra la violencia abusiva de su antigua pareja que culminó con el asesinato de su hija. Recomienda dos medidas estructurales de protección, la necesidad de considerar la historia de violencia doméstica cuando decide los derechos de visita y entrenamiento obligatorio en esta materia para jueces y p...
España se viene caracterizando lamentablemente por ser una de las naciones con más mujeres asesinadas en un contexto de violencia doméstica. El Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres acaba de sentenciar a nuestro país por no haber protegido a una mujer contra la violencia abusiva de su antigua pareja que culminó con el asesinato de su hija. Recomienda dos medidas estructurales de protección, la necesidad de considerar la historia de violencia doméstica cuando decide los derechos de visita y entrenamiento obligatorio en esta materia para jueces y personal administrativo español.
Para llegar a esta decisión, la víctima demostró que el Gobierno no protege a las mujeres, lo que nos sitúa en el mismo nivel, si no más abajo, que Guatemala. Estados Unidos acaba de conceder asilo a una mujer guatemalteca que sufrió violencia doméstica por su marido en Guatemala y que entró ilegalmente en el país. Además de ser un acto criminal, la mujer probó, más allá de toda duda razonable, su condición de víctima de persecución y miembro de un nuevo grupo social emergente que amerita asilo: esposas guatemaltecas que no pueden escapar de sus esposos. La reciente entrada en vigor de la convención sobre la prevención y combate de la violencia contra la mujer y violencia doméstica en el Consejo de Europa, ratificada por España, debe ayudar a reducir o extirpar estos niveles de sinrazón y vergüenza que tanto daño producen a la sociedad española.— Luis Peraza Parga.