Cartas al director

Podemos como alternativa

He estado visionando varios vídeos de tertulias televisivas en las que intervenían dirigentes de Podemos. He visto a Pablo Iglesias, Pablo Echenique y Juan Carlos Monedero, y lo primero que aprecio es que los tres han aprendido la lección en el mismo colegio. La forma de mirar a la cámara, su tranquilidad, y decir solo lo justo para no cometer errores demuestra que están bien preparados.

Cuando critican no lo hacen directamente al Partido Popular, buscan siempre englobar también al PSOE: la reforma del artículo 135 de nuestra Constitución; la no reforma de la ley hipotecaria o el someti...

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He estado visionando varios vídeos de tertulias televisivas en las que intervenían dirigentes de Podemos. He visto a Pablo Iglesias, Pablo Echenique y Juan Carlos Monedero, y lo primero que aprecio es que los tres han aprendido la lección en el mismo colegio. La forma de mirar a la cámara, su tranquilidad, y decir solo lo justo para no cometer errores demuestra que están bien preparados.

Cuando critican no lo hacen directamente al Partido Popular, buscan siempre englobar también al PSOE: la reforma del artículo 135 de nuestra Constitución; la no reforma de la ley hipotecaria o el sometimiento del Gobierno español a las directrices de Alemania son temas muy repetidos para atacar al mismo tiempo a los dos partidos.

Cuando hablan de sus propuestas como el no pago de parte de la deuda o la jubilación a los 60 años, lo dicen de tal manera que parecen convencidos y en su rostro no se aprecia el más mínimo rubor, aunque ellos saben que no están diciendo toda la verdad.

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A los socialistas les ha salido un enemigo muy preparado.— Pedro Morante Gutiérrez. Elche, Alicante.

Después de leer con detenimiento el artículo del Nicolás Redondo Terreros ¿Podemos con Podemos? publicado ayer en este diario, no me queda la menor duda de la necesidad de acometer un cambio político para este país. Las alternativas de centroizquierda a las que alude ya son sobradamente conocidas por la ciudadanía y no precisamente para traernos bienestar. Es por ello que yo no las quiero y, como yo, cada vez más ciudadanos. Sobre todo si son dictadas desde un sillón de consejero de una gran empresa.

Dejemos de atacar a una formación que no ha tenido responsabilidad de Gobierno todavía. Ustedes sí la han tenido.— Diego Medina Domínguez. Vitoria-Gasteiz.

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