El espíritu de las primarias

Puede ser que un proceso electoral sea también democrático, eso siempre que los votantes no acudan a emitir su voto coaccionados, previa llamada de su barón comarcal o de su secretario de agrupación “pidiendo” o “aconsejando” el voto. Tampoco se deben dar otros fenómenos aberrantes como el de aumentar el censo electoral de una circunscripción (o en su caso agrupación) un 400% en siete días, como se ha visto en Santiago de Compostela.

Otro proceso aberrante es la manipulación interna de las decisiones que toma un cargo soberano, caso reciente la lista de delegados provinciales de A Coruñ...

Puede ser que un proceso electoral sea también democrático, eso siempre que los votantes no acudan a emitir su voto coaccionados, previa llamada de su barón comarcal o de su secretario de agrupación “pidiendo” o “aconsejando” el voto. Tampoco se deben dar otros fenómenos aberrantes como el de aumentar el censo electoral de una circunscripción (o en su caso agrupación) un 400% en siete días, como se ha visto en Santiago de Compostela.

Otro proceso aberrante es la manipulación interna de las decisiones que toma un cargo soberano, caso reciente la lista de delegados provinciales de A Coruña que fue boicoteada desde la ejecutiva gallega.

En resumen, que se nos llena el pecho al hablar de primarias en un Partido Socialista Obrero Español que sigue funcionando a golpe de aparato que controla y coacciona de facto a sus militantes. Así que sea como fuere todos sabemos (incluso los del aparato) que esto no es solución para el mal que descompone al partido, que no es otro que el alejamiento total de la realidad ciudadana y su propio espíritu político de izquierdas.— Francisco Javier Martínez Bahamonde.