Beca denegada
Recibo con estupor la llamada de mi hija comunicándome que le han denegado la beca que tenía desde que comenzó los estudios de grado fuera de A Coruña, ciudad donde residimos. Señalar que cursando ya cuarto curso, jamás ha suspendido una asignatura y sus notas son buenas. La declaración de la renta de 2012 es inferior a la de años anteriores, dado que no hubo pagas extras y el salario fue congelado. ¿Entonces? La respuesta es obvia: rentas de patrimonio. Sin enterarme, soy rico. Los pocos ahorros de años, que puse ese año a plazo fijo y que están para futuras necesidades de estudios u otras, h...
Recibo con estupor la llamada de mi hija comunicándome que le han denegado la beca que tenía desde que comenzó los estudios de grado fuera de A Coruña, ciudad donde residimos. Señalar que cursando ya cuarto curso, jamás ha suspendido una asignatura y sus notas son buenas. La declaración de la renta de 2012 es inferior a la de años anteriores, dado que no hubo pagas extras y el salario fue congelado. ¿Entonces? La respuesta es obvia: rentas de patrimonio. Sin enterarme, soy rico. Los pocos ahorros de años, que puse ese año a plazo fijo y que están para futuras necesidades de estudios u otras, han sobrepasado en intereses brutos la ingente cantidad de 1.700 euros, y en 2013 serán 1.736. Conclusión: beca denegada por superar los umbrales de patrimonio. Salvo la vivienda, no tenemos nada patrimonial de importancia, no hemos sobrepasado el máximo familiar y desde luego no tenemos nada oculto. Nos penalizan por ahorrar.
Está claro que la política de este Gobierno se basa en el expolio a la clase trabajadora, en la merma de su calidad de vida y sus libertades. No he visto ni una sola medida que afecte a los suyos: bancos, profesionales liberales, políticos y sus prebendas. Y es que este es un país para listos. Espero que los que puedan verse en esta situación el próximo año tomen nota y se cuiden de los idus de Wert —propongo dedicarle un mes—. Cuidado con los ahorros, pequeños intereses pueden apuñalarles por la espalda. Y es que cuando vivimos en un país que carece de sentido común y gobernado por individuos que desconocen la vergüenza, el futuro de las clases trabajadoras lo auguro negro, muy negro.— Ángel Domínguez Pazos. A Coruña