Carta a los Reyes Magos desde el Sáhara

Hoy mi hijo ha escrito la carta a los Reyes Magos. Lleva semanas ilusionado con los regalos. Yo también alimento ilusiones en el corazón de la niña que fui y quiero escribir también mi carta.

“Queridos Reyes Magos: quiero que sepáis que os siento muy cercanos, puede que hasta estemos emparentados... Como mis antepasados, venís de Oriente, montados como nosotros en los camellos. Y hasta uno de vosotros es negro como mi abuela.

Solo quiero pediros un regalo, los nómadas vamos ligeros de equipaje: que los saharauis, los exiliados y refugiados en los campamentos de Tinduf, los que vi...

Hoy mi hijo ha escrito la carta a los Reyes Magos. Lleva semanas ilusionado con los regalos. Yo también alimento ilusiones en el corazón de la niña que fui y quiero escribir también mi carta.

“Queridos Reyes Magos: quiero que sepáis que os siento muy cercanos, puede que hasta estemos emparentados... Como mis antepasados, venís de Oriente, montados como nosotros en los camellos. Y hasta uno de vosotros es negro como mi abuela.

Solo quiero pediros un regalo, los nómadas vamos ligeros de equipaje: que los saharauis, los exiliados y refugiados en los campamentos de Tinduf, los que viven en nuestra tierra ocupada y los que con mayor o menor fortuna formamos la diáspora, podamos vivir pronto, muy pronto, con libertad y dignidad en nuestro anhelado Sáhara.

Creo que lo merecemos. Somos un pueblo hospitalario, amante de la libertad y la poesía. Un pueblo que quiere seguir nomadeando, persiguiendo nubes, por el infinito desierto.

Os dejo un vasito de té saharaui, que os endulzará la mágica noche en la que repartís la ilusión entre los niños del mundo.

¡Ah! y no os olvidéis de traer los regalos de mi hijo. Él también se lo merece. Shukran”.— Lehdía Mohamed Dafa.