¿Conciliación?

En el suplemento dominical Negocios se suele hacer una reseña de tres libros. Y uno de ellos del pasado 27 de octubre era Nuevo comportamiento laboral de las mujeres españolas. El impacto de la inmigración, de Rodrigo Madrazo García de Lomana. Según la reseña, el libro parece querer ligar la conciliación laboral con el fenómeno de la inmigración en España a finales del siglo XX y principios del XXI. Afirma que gracias a la llegada a España de mujeres inmigrantes dispuestas a trabajar en el servicio doméstico por un sueldo bajo, las trabajadoras españolas se podían permitir te...

En el suplemento dominical Negocios se suele hacer una reseña de tres libros. Y uno de ellos del pasado 27 de octubre era Nuevo comportamiento laboral de las mujeres españolas. El impacto de la inmigración, de Rodrigo Madrazo García de Lomana. Según la reseña, el libro parece querer ligar la conciliación laboral con el fenómeno de la inmigración en España a finales del siglo XX y principios del XXI. Afirma que gracias a la llegada a España de mujeres inmigrantes dispuestas a trabajar en el servicio doméstico por un sueldo bajo, las trabajadoras españolas se podían permitir tener una asistenta y, por tanto, conciliar vida laboral y familiar.

En primer lugar, la conciliación es poder trabajar y poder estar con tus hijos. Si a tus hijos los cuida una asistenta, ni tú ves a tus hijos, ni la asistenta ve a los suyos. En segundo lugar, con los sueldos actuales (por ejemplo, una secretaria en Asturias a jornada completa cobra 845 euros), ¿quién se puede permitir tener una asistenta? En tercer lugar, y no por ello menos importante, ¿qué pasa con los derechos laborales tanto de las asistentas de origen extranjero como de las asistentas españolas? ¿También eso es conciliar? Una barbaridad en mayúsculas, con subrayado, con exclamación y en rojo.— Marta Fernández Cuendias.