A propósito de Santayana

Sobre el artículo de Manuel Ruiz Zamora Santayana y la sabiduría de la distancia, quería comentar que aprecio la valiosa apología de Santayana y la invitación a no olvidarlo. Sin embargo, hay dos observaciones que quiero hacer.

Primera, que Pedro Henríquez Ureña no era colombiano sino dominicano. Segunda, que Santayana sea el único al que podemos aplicarle con todo rigor el término de filósofo. Que en el entusiasmo por Santayana se diga que Unamuno, Ortega y Zambrano carecen de esa aura de ejemplaridad existencial que los haría verdaderos filósofos, me parece una exageración. L...

Sobre el artículo de Manuel Ruiz Zamora Santayana y la sabiduría de la distancia, quería comentar que aprecio la valiosa apología de Santayana y la invitación a no olvidarlo. Sin embargo, hay dos observaciones que quiero hacer.

Primera, que Pedro Henríquez Ureña no era colombiano sino dominicano. Segunda, que Santayana sea el único al que podemos aplicarle con todo rigor el término de filósofo. Que en el entusiasmo por Santayana se diga que Unamuno, Ortega y Zambrano carecen de esa aura de ejemplaridad existencial que los haría verdaderos filósofos, me parece una exageración. Llevo 40 años en la docencia universitaria en América Latina, Estados Unidos y España y siempre estoy agradecido porque aprendí a filosofar en mi patria peruana en el libro de José Ferrater Mora Cuatro visiones de la historia universal. Miles de latinoamericanos se iniciaron en la filosofía con el libro de Manuel García Morente Lecciones preliminares de Filosofía. Otros dos buenos filósofos españoles.— Juan Samuel Escobar Aguirre.