Aprender y enseñar

En relación al artículo Primero aprende y solo después enseña de Enrique Moradiellos (EL PAÍS 22-3-2013), y a la polémica sobre los conocimientos de los maestros, quisiera puntualizar algunas afirmaciones. Coincido en que solo se puede enseñar aquello que se ha aprendido. Comparto también que “no es lo mismo enseñar a leer a un niño que a operar con elementos químicos a un bachiller”. El contenido y el tipo de aprendiz determinan cómo enseñar. Sin embargo, pienso que “se puede distinguir el continente del contenido”. Por ejemplo, saber leer no implica saber enseñar a leer. Hay aprendi...

En relación al artículo Primero aprende y solo después enseña de Enrique Moradiellos (EL PAÍS 22-3-2013), y a la polémica sobre los conocimientos de los maestros, quisiera puntualizar algunas afirmaciones. Coincido en que solo se puede enseñar aquello que se ha aprendido. Comparto también que “no es lo mismo enseñar a leer a un niño que a operar con elementos químicos a un bachiller”. El contenido y el tipo de aprendiz determinan cómo enseñar. Sin embargo, pienso que “se puede distinguir el continente del contenido”. Por ejemplo, saber leer no implica saber enseñar a leer. Hay aprendizajes que son completamente opacos a la mente. Un lector fluido sin conocimientos de psicología de la lectura cometerá errores de bulto enseñando a leer. Lo mismo puede decirse de la comprensión lectora. Es decir, cómo aprender y cómo enseñar adecuadamente es un objetivo importante de los estudios de maestro, y sobre ello hay un cuerpo de conocimientos consolidado.

Obviamente, esto es ajeno a permitir que futuros maestros carezcan de los conocimientos de alumnos de primaria. Pero no caigamos en el error de pensar que lo importante para un maestro es sacar un 10 en esas pruebas de conocimientos. Sería un error gravísimo.— Eduardo Vidal-Abarca. Catedrático de Psicología de la Educación, Universidad de Valencia.