Culpa tuya, mujer
Termina el año. Todo continúa igual. No hay manera. La violencia machista sigue en candelero. ¿Conseguiremos algún día pasar página? Difícil. Complicado.
Sobre todo si personajes como el párroco italiano Piero Corsi justifican a los maltratadores arrojando la piedra hacia las víctimas. Cuando son ellos los que tienen que educar a sus fieles e intentar convencerles de la barbaridad que todavía persiste en un mundo civilizado.
Si en su parroquia se atribuye a las mujeres la provocación, no se avanza. Los logros conseguidos retroceden a pasos agigantados con noticias como esta.— ...
Termina el año. Todo continúa igual. No hay manera. La violencia machista sigue en candelero. ¿Conseguiremos algún día pasar página? Difícil. Complicado.
Sobre todo si personajes como el párroco italiano Piero Corsi justifican a los maltratadores arrojando la piedra hacia las víctimas. Cuando son ellos los que tienen que educar a sus fieles e intentar convencerles de la barbaridad que todavía persiste en un mundo civilizado.
Si en su parroquia se atribuye a las mujeres la provocación, no se avanza. Los logros conseguidos retroceden a pasos agigantados con noticias como esta.— Antonio Villalba Moreno.