Toros y sanfermines
Se siente impotencia y rabia viendo a la televisión estatal, la que pagamos todos los españoles, cómo se vuelca en anunciar y difundir los encierros de San Fermín, cuando, por el contrario, muchos españoles, aficionados a la llamada “fiesta nacional”, llevamos ya unos años que no podemos ver ni una sola corrida de toros por la cadena pública. No sabemos quién o quiénes han decidido que es “inmoral” o “políticamente incorrecto” que el pueblo español disfrute por televisión de cualquier festejo taurino y que, sin embargo, correr los toros en Pamplona, entre el caos, los vapores del alcohol y a v...
Se siente impotencia y rabia viendo a la televisión estatal, la que pagamos todos los españoles, cómo se vuelca en anunciar y difundir los encierros de San Fermín, cuando, por el contrario, muchos españoles, aficionados a la llamada “fiesta nacional”, llevamos ya unos años que no podemos ver ni una sola corrida de toros por la cadena pública. No sabemos quién o quiénes han decidido que es “inmoral” o “políticamente incorrecto” que el pueblo español disfrute por televisión de cualquier festejo taurino y que, sin embargo, correr los toros en Pamplona, entre el caos, los vapores del alcohol y a veces la violencia, sea lo más progresista y estético que puede contemplar el sufrido contribuyente desde el salón de su casa.— José Fuentes Miranda.