Los olvidados

Soy una de las 5.639.500 personas que forman el colectivo más importante y, a la vez olvidado, de los últimos tiempos. Hemos dejado de ser noticia, sólo somos la cifra a la que se recurre para asustar y conformar al resto de trabajadores que tiene un empleo, sean cuales sean las condiciones de éste.

Es preocupante sentir cómo todos entramos en el juego enajenados de tal manera que no podemos ver más allá del oscuro horizonte que se nos dibuja, esperando que, mientras el gobierno toma las decisiones que se le dictan, alguien por fin nos llame para proponernos un espléndido contrato de lu...

Soy una de las 5.639.500 personas que forman el colectivo más importante y, a la vez olvidado, de los últimos tiempos. Hemos dejado de ser noticia, sólo somos la cifra a la que se recurre para asustar y conformar al resto de trabajadores que tiene un empleo, sean cuales sean las condiciones de éste.

Es preocupante sentir cómo todos entramos en el juego enajenados de tal manera que no podemos ver más allá del oscuro horizonte que se nos dibuja, esperando que, mientras el gobierno toma las decisiones que se le dictan, alguien por fin nos llame para proponernos un espléndido contrato de lunes a domingo por 600 euros y nos haga feliz (qué más podemos pedir si la cosa está muy mal, como nos dicen los demás, dándonos una palmadita de falso ánimo en la espalda). Es triste, muy triste: no sabemos cuándo volveremos a trabajar, pero podemos imaginarnos cómo...— Chelo Moreno García.