Un mundo ‘solidario’

Resulta aterradora la noticia del suicidio de un jubilado griego, Dimitri Christoulas, de 77 años. Según dice en una carta manuscrita, se suicidó porque “no quería terminar sus días hurgando en los contenedores de basuras para poder subsistir”. Tristísimo final para un hombre que, según asegura su hija, estaba enfermo de cáncer y viviendo de una pensión que el mismo había pagado “sin ninguna ayuda del Estado”, y que había sido reducida un 20% como parte del programa de austeridad impuesto por el Gobierno griego.

Creo que lo sucedido debería hacernos pensar sobre lo que está pasando en e...

Resulta aterradora la noticia del suicidio de un jubilado griego, Dimitri Christoulas, de 77 años. Según dice en una carta manuscrita, se suicidó porque “no quería terminar sus días hurgando en los contenedores de basuras para poder subsistir”. Tristísimo final para un hombre que, según asegura su hija, estaba enfermo de cáncer y viviendo de una pensión que el mismo había pagado “sin ninguna ayuda del Estado”, y que había sido reducida un 20% como parte del programa de austeridad impuesto por el Gobierno griego.

Creo que lo sucedido debería hacernos pensar sobre lo que está pasando en este mundo “solidario” del que tanto presumimos. Como miembro de la Unión Europea, Grecia pertenece a lo que pomposamente llamamos “primer mundo”; pero ¿puede llamarse “primer mundo” a un país en el que el nivel de desesperación de una persona puede llevarle a considerar que es mejor morir que seguir viviendo en condiciones infrahumanas? ¿Dónde está la solidaridad del resto de países de la Unión?

Por otro lado, no quiero ni imaginar que en España pudiera llegar a ocurrir algo parecido— Tomás Díez Vivas.