Agencias de calificación
Ahora le toca el turno a la agencia de calificación Moody's, que ha reducido la nota crediticia de España en dos escalones, siendo la bajada más acusada de la agencia. No puedo dejar de expresar mi desconcierto y mi creciente recelo. ¿Cómo se atreven estas agencias S&P, Moody's y Fitch, a intentar desestabilizar todo el sistema financiero de un país soberano como es España? Debemos de tener mala memoria para tener en cuenta sus calificaciones, ya que supuestamente fueron las causantes —o al menos cómplices— de la crisis mundial surgida en EE UU.
Hay que recordar que calificaban con ...
Ahora le toca el turno a la agencia de calificación Moody's, que ha reducido la nota crediticia de España en dos escalones, siendo la bajada más acusada de la agencia. No puedo dejar de expresar mi desconcierto y mi creciente recelo. ¿Cómo se atreven estas agencias S&P, Moody's y Fitch, a intentar desestabilizar todo el sistema financiero de un país soberano como es España? Debemos de tener mala memoria para tener en cuenta sus calificaciones, ya que supuestamente fueron las causantes —o al menos cómplices— de la crisis mundial surgida en EE UU.
Hay que recordar que calificaban con la mayor nota a entidades como Lehman Brothers, AIG, Fannie Mae o Freddie Mac días antes de caer en bancarrota. ¿Cómo fue posible? Una sólida respuesta sería que eran pagadas por las propias entidades de inversión, porque estas agencias cuadruplicaron sus beneficios entre los años 2000 y 2007. ¿Por qué, entonces, tienen los mercados que interpretar estas “opiniones” crediticias como mandatos divinos? ¿No será que tienen un especial interés en avivar la crisis de deuda, el colapso del euro y todo lo que eso conlleva? No olvidemos tampoco que todas son agencias norteamericanas, abanderadas del dólar. Si antes eran pagadas por entidades en riesgo absoluto de quiebra, deberíamos preguntarnos ¿quiénes las pagan ahora? Si lo supiéramos con seguridad, entenderíamos muchas cosas.— Miguel Carlos Castillejo Calvo.