Feijóo pide unidad y previene contra los localismos en su discurso de fin de año

El presidente pronuncia el discurso desde la Cidade da Cultura, "un reto para esta tierra moderna e inconformista"

Para el tradicional discurso de fin de año, cambió esta vez el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el fondo de despacho con banderitas por la Cidade da Cultura, cuyo primer edificio, la biblioteca, se abrirá el próximo 11 de enero. Desde el magno decorado ideado por Peter Eisenmann y con el horario adelantado -los medios públicos han emitido el discurso a las 14.05 y no antes de la cena como era habitual otros 31 de diciembre- el presidente ha trazado su personal resumen del año que termina.

Feijóo ha subrayado como logros "el mejor Xacobeo de la Historia", la fusión de las ca...

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Para el tradicional discurso de fin de año, cambió esta vez el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el fondo de despacho con banderitas por la Cidade da Cultura, cuyo primer edificio, la biblioteca, se abrirá el próximo 11 de enero. Desde el magno decorado ideado por Peter Eisenmann y con el horario adelantado -los medios públicos han emitido el discurso a las 14.05 y no antes de la cena como era habitual otros 31 de diciembre- el presidente ha trazado su personal resumen del año que termina.

Feijóo ha subrayado como logros "el mejor Xacobeo de la Historia", la fusión de las cajas y el acuerdo del dialógo social que su Gobierno firmó con empresarios y sindicatos antes del verano. El tono institucional de su discurso lo ha salpicado con pullas a quienes propiciaron "los intentos interesados de que no sucediera" la integración de Caixa Galicia y Caixanova. En la semana en que los alcaldes socialistas de A Coruña, Santiago y Vigo, alzaron la voz contra la política de subvenciones a las compañías de bajo coste implementadas por la Xunta, Feijóo ha reservado un párrafo para prevenir contra "las pugnas y localismos que solo frenan el desarrollo de los ayuntamientos y los condenan a vivir en un país más pequeño".

Al aludir a la fusión, el presidente ha recordado que aunque todas las comunidades pretendían mantener el poder financiero, sólo cinco, Galicia entre ellas, lo han conseguido. Esa unidad de fuerzas políticas, sindicales y empresariales que se dio al final del proceso ha sido una de las recetas que el presidente esgrimió para afrontar la crisis y el "drama familiar" del paro. Feijóo ha aludido a la situación de desempleo que "viven tantos españoles hoy en día" y ha dado a entender que él mismo ha pasado por ello -su padre se quedó en paro y por eso Feijóo decidió preparar oposiciones en lugar de continuar su preparación para juez cuando concluyó la carrera de Derecho-. "Desde la experiencia personal y la responsabilidad", ha reivindicado "un espacio para la ilusión que no debe ser vencida por el desaliento".

El presidente de la Xunta ha apelado a las "historias de superación" que siempre protagonizaron las familias gallegas para afrontar estos tiempos difíciles, ha glosado algunos acuerdos de última hora de su Gobierno, como el Plan do Litoral, aprobado in extremis, o las Directrices de Ordenacion do Territorio; y ha prometido que Galicia seguirá teniendo garantizados "los servicios básicos", dentro de los cuales ha incluido los 30 centros de salud y los hospitales de Vigo y Pontevedra, que la comunidad deberá pagar durante los próximos veinte años.

En los siete minutos que ha durado el discurso, y mirando más de una vez a la cámara equivocada, Feijóo ha pronunciado palabras como "unidad, esfuerzo, compromiso y responsabilidades" que ha prometido situar en el centro de su actividad política durante el nuevo año, "para que la esperanza no sea una palabra vacía". Ha pedido "que esta tierra moderna e inconformista" vea "un nuevo reto en la Cidade da Cultura", cuyo primer edificio abrirá sus puertas en semana y media.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en una imagen tomada durante la celebración del último Consejo de su Gobierno de 2010, celebrado ayer, 30 de diciembre, en Santiago.EFE