Resignados a esperar

Los viajeros del aeropuerto de Málaga esperan con paciencia la vuelta a la normalidad

Los viajeros del aeropuerto de Málaga se han tomado con pragmatismo la huelga salvaje de los controladores. Como por la mañana no iba a salir ningún avión, parte de los malagueños que se iban de puente, han optado por facturar las maletas e irse a su casa a comer o descansar para afrontar con buen ánimo la tarde. Margarita y María Teresa viajaban con sus maridos a Estambul a las 18.00 y ya tenían en el cuerpo que su vuelo lo iban a retrasar. "Cuando hemos vuelto, hemos visto que está cancelado". Mientras ellas esperaban en un banco, sus maridos habían ido a preguntar las posibles fechas de sal...

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Los viajeros del aeropuerto de Málaga se han tomado con pragmatismo la huelga salvaje de los controladores. Como por la mañana no iba a salir ningún avión, parte de los malagueños que se iban de puente, han optado por facturar las maletas e irse a su casa a comer o descansar para afrontar con buen ánimo la tarde. Margarita y María Teresa viajaban con sus maridos a Estambul a las 18.00 y ya tenían en el cuerpo que su vuelo lo iban a retrasar. "Cuando hemos vuelto, hemos visto que está cancelado". Mientras ellas esperaban en un banco, sus maridos habían ido a preguntar las posibles fechas de salida. "No creo que podamos aprovecharlo, la próxima vez será", se resignaba Margarita, que iba a visitar por primera vez la ciudad. A su lado, otra pareja cogía las maletas y se disponía a regresar a casa porque uno de sus hijos ya le había cambiado los billetes para el domingo por Internet.

Los dos primeros vuelos, con destino Fránkfort (Alemania), han comenzado a embarcar sobre las 16.30. Con las pantallas de salidas llenas de vuelos cancelados, los turistas esperaban en los mostradores de las compañías para ver en qué vuelo les reubicaban.

La familia de Ana María Ortega, del pueblo de la serranía de Ronda Jimera de Líbar, acordó esperar hasta mañana domingo a las 20.30 para viajar a Bruselas (Bélgica). "Vamos a perder un día, pero no nos resignamos a tener vacaciones", decía Ana María.

Otro grupo de seis viajeros, también familiares, que había elegido el mismo destino cogió sus maletas y se fue a casa. "No nos devuelven el dinero porque lo hemos comprado todo por Internet, pero no nos merece la pena", explicaban. Estos últimos se quejaban de que llevaban desde las 8.00 en el aeropuerto malagueño y que les habían hecho esperar una cola de más de tres horas para darles un papel con los teléfonos de la compañía.

Pasajeros del aeropuerto de Málaga esperan noticias durante el paro de controladores.JULIÁN ROJAS