Dos 'mossos' absueltos se querellan contra Asuntos Internos

Las carreras de Rubén S. y Albert M. se truncaron por completo la noche del 31 de mayo de 2008. Estos dos agentes de los Mossos d'Esquadra iban de paisano cuando un traficante, Yaya D., les ofreció una pieza de hachís. Rubén y Albert le detuvieron y el hombre se ofreció para llevarles hasta su proveedor. Pero, en una escena rocambolesca, Yaya D. se dio a la fuga y apareció poco después en comisaría para denunciar que los agentes le habían robado 100 euros que llevaba encima.

Días más tarde, los mossos fueron citados en la comisaría de Ciutat Vella y quedaron detenidos por robo con intim...

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Las carreras de Rubén S. y Albert M. se truncaron por completo la noche del 31 de mayo de 2008. Estos dos agentes de los Mossos d'Esquadra iban de paisano cuando un traficante, Yaya D., les ofreció una pieza de hachís. Rubén y Albert le detuvieron y el hombre se ofreció para llevarles hasta su proveedor. Pero, en una escena rocambolesca, Yaya D. se dio a la fuga y apareció poco después en comisaría para denunciar que los agentes le habían robado 100 euros que llevaba encima.

Días más tarde, los mossos fueron citados en la comisaría de Ciutat Vella y quedaron detenidos por robo con intimidación, detención ilegal y falsedad documental. Los agentes pasaron un tiempo en prisión provisional, fueron suspendidos de empleo y sueldo durante 11 meses y se enfrentaron a un juicio en el que se pedía para ellos la pena de 13 años de cárcel.

Dos años después del incidente con Yaya D., la Audiencia de Barcelona les absolvió porque dudó de la versión del traficante. Ahora, con la sentencia firme, Rubén y Albert han decidido contraatacar y han presentado una querella contra los responsables de la División de Asuntos Internos (DAI) de la policía autonómica, que llevó la investigación contra los policías.

Los querellados son un cabo, un sargento y un inspector que instruyeron el atestado por el que acabaron denunciados. Los abogados de los mossos consideran que son responsables de acusación y denuncia falsa, detención irregular, coacciones, falsedad documental y de un delito de tortura y contra la integridad moral.

La querella, presentada ayer en la sede del Sindicato de Policías de Catalunya (SPC) precisa que la DAI "solo tomó declaración a los funcionarios que creían que podían ser útiles para sus fines, coaccionándoles y obligándoles a realizar manifestaciones objetivamente falsas". Los letrados resaltan, en ese sentido, las contradicciones entre lo que declararon los testigos ante Asuntos Internos y delante del juez.