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Enrique Krahe ha renovado en Zafra la arquitectura del espectáculo. En el nuevo teatro de la localidad pacense, el espectáculo es ahora sutil. El arquitecto logra que su edificio de aire nórdico y actitud cosmopolita no desentone en el pueblo porque, sin el granito ni la cal de las construcciones locales, el nuevo auditorio habla más un idioma de esencias que de tendencias....
Enrique Krahe ha renovado en Zafra la arquitectura del espectáculo. En el nuevo teatro de la localidad pacense, el espectáculo es ahora sutil. El arquitecto logra que su edificio de aire nórdico y actitud cosmopolita no desentone en el pueblo porque, sin el granito ni la cal de las construcciones locales, el nuevo auditorio habla más un idioma de esencias que de tendencias.
Comentarios
Yo lo visité recientemente y me quedé bastante impresionado con los espacios que tiene. Me da pena que cuando este edificio sale a colación la gente repare sólo en algunos detalles que aunque le aportan mucha personalidad no reflejan la consistencia espacial del edifico. Los vestíbulos y la sala de ensayos son francamente impresionantes.
yo he podido disfrutar de varias actuaciones en directo y el sonido es excelente, además se consigue tener buena visibilidad desde todos los puntos, excepto la primera fila que es algo más incómoda. Lo más impresionante es cuando abren la puerta trasera del escenario, quedando de fondo la calle peatonal, eso no lo había visto en ningún teatro hasta ahora.
"El resto es nada" dice Anatxu, pero casi se podría completar con The Rest Is Noise, llevando la expresión musical de Ross, a los espacios resonantes del Teatro de Zafra. Pueden interpretarse los juegos, las llamadas y los guiños, las butacas observando el recobrar de un municipio de su sentido dramático, no obstante, lo que hace, a mi parecer, completa esta urdimbre de espacios, es la atención reflexiva y serena de cada una de las líneas que la trazan. Pareciera que cada pieza del conjunto se abrazase con la otra para configurar una arquitectura detallista y medida, integradora y sugerente, completa en cada uno de sus gestos de los que sabe sacar la máxima "coloratura". "Ni una nota más de las necesarias" cuentan que le dijo Mozart a Su Majestad, aquí el pentagrama hace ARQUITECTURA con las justas. De parte de los zafrenses, gracias.
Estoy personalmente harto de tanta arquitectura de vanguardia en sitios que no tienen necesidad de ella. Aeropuertos para todos, auditorios, palacios de congresos y por qué no, también teatros. No sé cuánto se habrán gastado en esta barbaridad. Una millonada en zinc y cosas raras para un bonito juguete que paguen los contribuyentes. Yo no soy zafrense pero me avergüenza que épocas de bonanza se haya tirado así el dinero para llorar ahora todos juntos porque los bolsillos de los ayuntamientos están vacíos y los de los políticos llenos.
¡Arquitectura para la gente y no tanto ladrillo sin sentido! Ya que se van a enriquecer igual que al menos sea con cosas de este tipo, que nos llenen de pensamiento!
Para no juzgar de mala manera, me he metido en la web Enrique Krahe, donde esta muy bien explicado el proyecto.
www.enriquekrahe.com
Cierto es que parece que hay espacios muy interesantes, pero alguien debió de darse cuenta de que era una buena arquitectura antes de meter luces por todas partes, todo tipo de lamparitas y luminarias innecesarias que convierten el ambiente en algo muy artificial. Lo mismo sucede con los baños amarillos y la decoración. No veo yo a Siza entre sus volumenes blancos y sus interiores perfectos y pensados para valorar el espacio, metiendo todo tipo de parafernalia, a lo mejor entre tanta ventanita circular minuscula, hubiera venido bien algun que otro hueco mas grande...y lo mismo con los asientos del teatro...no se a quien se le ocurrio la idea, pero no es un campo de futbol.
Lo impresionante del teatro es que el espectáculo empieza cuando observas las irregulares formas de su fachada, para aumentar las sensaciones cuando el espectador entra en su interior, es en ese momento cuando todo parace interactuar con el mismo cualquiera que sea la zona en la que se encuentre. Creo que despierta en el espectador el lado artístico que lleva dentro, y consigue que tenga la sensación de disfrutar de un espectáculo agradable antes de que empiece la actuación en si misma. Mi única pregunta es: ¿ha puesto el listón demasiado alto a los actores?
¡Qué pasad de lámparas! ¿Alguien sabe decirme donde las puedo conseguir? ¡Son totales!
Todavía no he visitado esta maravilla, pero lo estoy deseando porque me encanta. Y no quiero ni imaginarme cómo será ver allí algún espectáculo!
Desde los griegos el teatro es un espacio de primera necesidad cultural para cualquier ciudad.
Este teatro es una maravilla estética y yo tengo muchísimas ganas de poder disfrutar también de alguna puesta en escena en este entorno tan original y bien resuelto, moderno y funcional ( y muy barato) .
Gracias, Enrique y equipo.
Extraordinaria obra la de estos arquitectos que han construido un nuevo teatro en Zafra. Peor que un pueblo al que se le niega su derecho a tener una metafísica (como pensaba Hegel) es un pueblo al que no se le da un espacio para lo trágico (como sostenía el bueno de Nietzsche) Ahora Sofocles vuelve a Zafra en inmejorables condicones escenográficas. Muchas gracias por está aportación a los zafrenses.¿Qué es la vida? Un frenesí.¿Qué es la vida? Una ficción,una sombra, una ilusión,y el mayor bien es pequeño.¡Que toda la vida es sueño,y los sueños, sueños son!
un ojo que mira, unos muros que hablan, una arquitectura para tocar; el teatro de Zafra es un continuo estímulo para los sentidos.
Recomiendo vivamente acudir a esta pieza escénica cuyo valor trasciende más allá de la propia sala obscura y evoca otros aires de lo que podríamos denominar el "teatro empático". Su diálogo con el visitante, a riesgo de parecer pueril, nos remite a la relación de la cabaña con el cobijado que trata de apropiarse de su esencia mediante gestos que superan al pegado de unos cuantos posters.
En referencia a lo que comenta "El Traidor", me complacería admitir que no podría estar más de acuerdo con su diatriba clásica, en pro de la complejidad que su texto conlleva.
No antes, pero tampoco, colocar en el punto de mira lugares de nuestra geografía a través de la inserción de espacios como el aquí protagonista, hacen que los fenómenos arquitectónicos pasen por el fórex del "efecto Guggy" directamente al más inmediato tacto del fieltro invertido por la multitud, la muchedumbre.
Felicidades a los premiados!!!
Arquitectura y poesía reñidas por ver quién puede más.