El Defensor del Menor no ve "indicios" de maltrato en el centro de Galapagar

El organismo de la Comunidad desdice la denuncia del Defensor del Pueblo, pero abre una investigación

El Defensor del Menor no ve problemas de funcionamiento en el centro de menores con trastorno de conducta de Galapagar, denunciado por cuatro antiguos internos y cuestionado por un inspector del Defensor del Pueblo que lo visitó: éste anotó que había cuerdas de sujeción en las camas y que los chicos parecían demasiado medicados.

Pero el Defensor del Menor, en principio, niega los hechos denunciados. Este organismo, ligado a la Comunidad de Madrid, ha declarado que sus funcionarios no han hayado "indicios" de nada incorrecto en sus visitas al centro de Galapagar. Indican que la medicació...

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El Defensor del Menor no ve problemas de funcionamiento en el centro de menores con trastorno de conducta de Galapagar, denunciado por cuatro antiguos internos y cuestionado por un inspector del Defensor del Pueblo que lo visitó: éste anotó que había cuerdas de sujeción en las camas y que los chicos parecían demasiado medicados.

Pero el Defensor del Menor, en principio, niega los hechos denunciados. Este organismo, ligado a la Comunidad de Madrid, ha declarado que sus funcionarios no han hayado "indicios" de nada incorrecto en sus visitas al centro de Galapagar. Indican que la medicación está bien prescrita y que los sistemas para inmovilizar a los chicos en situaciones excepcionales están homologados. Ayer sostuvo la misma postura la Consejería de Asuntos Sociales, de la que depende el Instituto del Menor y la Familia.

El Defensor del Pueblo sospecha que el centro medica en exceso a los chicos
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Mientras el Defensor del Menor comienza una investigación de oficio, la instrucción judicial está en marcha. Los jóvenes que han puesto la denuncia de malos tratos y vejaciones han declarado esta mañana en el juzgado 7 de Collado Villalba. Acusan a los trabajadores del centro, dirigido por la empresa Mental Consulting S.L., de amarrarlos durante dos días seguidos y de otras agresiones, como golpes y duchas de agua fría.