'No merece otra respuesta que un pique de nalgas'

Una veintena de jóvenes de UGT protestan contra el contrato laboral propuesto por la patronal

"Mano derecha arriba. Mano izquierda. ¡Culo en pompa y picamos con ritmo en las nalgas!". Con estas palabras, Avalot, las juventudes de UGT, se han bajado los pantalones esta tarde enfrente del edificio de Fomento del Trabajo en señal clara de rechazo al contrato laboral que la patronal CEOE propuso. Un contrato de seis meses, con un salario inferior al mínimo interprofesional, sin cotización a la seguridad social ni paro y sin indemnización por despido.

"No sé como han tenido el valor de lanzar esta propuesta", se pregunta Chakir El Homrani, portavoz nacional de Avalot, "porque dejaría...

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"Mano derecha arriba. Mano izquierda. ¡Culo en pompa y picamos con ritmo en las nalgas!". Con estas palabras, Avalot, las juventudes de UGT, se han bajado los pantalones esta tarde enfrente del edificio de Fomento del Trabajo en señal clara de rechazo al contrato laboral que la patronal CEOE propuso. Un contrato de seis meses, con un salario inferior al mínimo interprofesional, sin cotización a la seguridad social ni paro y sin indemnización por despido.

"No sé como han tenido el valor de lanzar esta propuesta", se pregunta Chakir El Homrani, portavoz nacional de Avalot, "porque dejaría a los jóvenes en condición inhumana y sin autonomía". Otro militante del sindicato califica la propuesta de "cutre y carca", mientras que un tercero habla de "otro contrato basura".

Aunque Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, ya se desdijo de esta propuesta de contrato sin derechos, la iniciativa se ha llevado a cabo con una veintena de activistas de las juventudes, delante de curiosos y una amplia cobertura mediática. Díaz Ferrán aseguraba en declaraciones a Antena 3 que pretendían un contrato similar al que tienen los jóvenes en Francia, pero El Homrani ha tildado la iniciativa de la patronal de "inferior" a la francesa. Y es así, afirma, porque en España "no se trata a los jóvenes con normalidad".

El mismo portavoz de las juventudes ha afirmado que "no sería posible negociar la propuesta, ya que no da lugar a un debate serio" y ha apuntado que la situación de precariedad juvenil ya existía antes que la crisis azotara la economía española. Y la solución, apunta, no es un contrato "digno del siglo XVIII".

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