Secuestrar al cliente para recuperar la mercancía

Era un negocio redondo. Unos traficaban con la droga y otros secuestraban a los compradores para recuperar la mercancía. Este trabajo al alimón ha sido desarticulado por la policía catalana, en un operativo en el que se han detenido a 20 personas y se ha dado fin a una gran red de narcotraficantes que transportaban hachís a Italia, Francia y Alemania. En la operación también se han recuperado casi 1.000 kilos de hachís y más de 300.000 euros en efectivo.

Los Mossos comenzaron a sospechar de la existencia de las bandas desde enero, cuando descubrieron que un traficante de Terrassa (Barce...

Era un negocio redondo. Unos traficaban con la droga y otros secuestraban a los compradores para recuperar la mercancía. Este trabajo al alimón ha sido desarticulado por la policía catalana, en un operativo en el que se han detenido a 20 personas y se ha dado fin a una gran red de narcotraficantes que transportaban hachís a Italia, Francia y Alemania. En la operación también se han recuperado casi 1.000 kilos de hachís y más de 300.000 euros en efectivo.

Los Mossos comenzaron a sospechar de la existencia de las bandas desde enero, cuando descubrieron que un traficante de Terrassa (Barcelona), de 38 años y nacionalidad marroquí, había sido secuestrado. Un grupo de varias personas con la cara cubierta y exhibiendo armas de fuego lo sacaron de un bar y se lo llevaron a una masía cercana, donde había otros dos traficantes retenidos. Después de ser torturado y pagar un rescate de 500.000 euros, fue liberado.

Al poco tiempo de su liberación, el marroquí fue detenido por tráfico de drogas y esto permitió establecer que el secuestro había sido motivado por el robo de un camión cargado con 5.000 kilos hachís.

Las investigaciones posteriores permitieron desarticular a la banda de secuestradores, deteniendo a siete personas. Sin embargo las pesquisas fueron más allá y se descubrió que este grupo trabajaba a veces junto con una organización dedicada al tráfico internacional de droga, que operaba desde Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y que les encargaba asaltos y secuestros para recuperar por la fuerza la droga que acababan de vender.

Así, en un tercer operativo, se produjo la detención de otras 12 personas, de origen marroquí, español y francés, entre ellas el jefe del grupo, cuando conducía un cargamento con un vehículo robado en Francia. Según los Mossos, distribuía cada mes entre 500 y 800 kilos de hachís a grupos radicados en Francia, Italia, Holanda y Alemania.