ETA señala a Patxi López y a su futuro Gobierno como "objetivo prioritario"
La banda tilda al líder del PSE de "caudillo" y dice no reconocerle "ninguna legitimidad democrática"
Con motivo de la festividad del Aberri Eguna que hoy se celebra en el País Vasco, la organización terrorista ETA ha hecho público un comunicado en el que dice no reconocer "ninguna legitimidad democrática" al Gobierno que formará el líder del PSE-PSOE, Patxi López. "En la medida en que no haya un cambio de actitud" en lo que la banda llama "el Gobierno del fascismo y de la vulneración de derechos", la banda asegura que "los responsables políticos de esa estructura impuesta serán objetivo prioritario de ETA".
El escrito, difundido por Gara y en el que se tilda a López de "caudill...
Con motivo de la festividad del Aberri Eguna que hoy se celebra en el País Vasco, la organización terrorista ETA ha hecho público un comunicado en el que dice no reconocer "ninguna legitimidad democrática" al Gobierno que formará el líder del PSE-PSOE, Patxi López. "En la medida en que no haya un cambio de actitud" en lo que la banda llama "el Gobierno del fascismo y de la vulneración de derechos", la banda asegura que "los responsables políticos de esa estructura impuesta serán objetivo prioritario de ETA".
El escrito, difundido por Gara y en el que se tilda a López de "caudillo", afirma que ETA rechaza poner fin a la lucha armada "mientras los derechos nacionales de Euskal Herria estén vulnerados y oprimidos, mientras se desarrolle la imposición de los estados contra su ciudadanía mediante armas y violencia". La banda terrorista, anuncia, "no renunciará a la lucha con las armas mientras no se pase de los discursos a los hechos", tanto para impulsar la autodeteminación como para levantar "un muro que pare la represión".
El comunicado de la banda es, además, igualmente crítico con el PNV, del que dice "ser el máximo responsable del resurgir del españolismo al haber admitido la estrategia represiva estatal".
El PSE y el PP cerraron hace dos semanas en Vitoria un pacto por el que los dos partidos se repartían tres de los cinco puestos de la Mesa del próximo Parlamento vasco. Las delegaciones negociadoras de socialistas y populares, encabezadas por Jesús Eguiguren e Iñaki Oyarzábal, respectivamente, acordaron que el Partido Popular vasco se haría, por primera vez en la historia, con la presidencia de la Cámara de Vitoria.