Reportaje:

Cuatro miradas de o desde Madrid

El torreón del Canal de Isabel II: una espiral fotográfica de nuevas promesas

Ella, Miren Doiz (Pamplona, 1980), mira la realidad experimentando con sus límites, desdibujado a brochazo limpio las fronteras entre lo real y la representación, hasta el punto de lograr que el espectador pueda meterse en el cuadro y hacerse parte de la obra, ser observador y observado, sujeto y objeto. "La experimentación en mi obra viene marcada por el color, por la pura pintura", explica.

Él, Ricardo Cases (Orihuela, 1971), enfoca su mirada hacia la mirada del otro y sorprende al observado a golpe de clic por toda la ciudad. Clic, dos perros con los ojos clavados en su...

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Ella, Miren Doiz (Pamplona, 1980), mira la realidad experimentando con sus límites, desdibujado a brochazo limpio las fronteras entre lo real y la representación, hasta el punto de lograr que el espectador pueda meterse en el cuadro y hacerse parte de la obra, ser observador y observado, sujeto y objeto. "La experimentación en mi obra viene marcada por el color, por la pura pintura", explica.

Él, Ricardo Cases (Orihuela, 1971), enfoca su mirada hacia la mirada del otro y sorprende al observado a golpe de clic por toda la ciudad. Clic, dos perros con los ojos clavados en su objetivo en el Retiro; clic, un hombre que cruza una mirada con el fotógrafo al pasar por la Gran Vía; clic, un maniquí de ojos perdidos en el asiento del copiloto de un repartidor que lo lleva como compañero de trabajo; clic, la mirada malvada de dos hombres en un cuadro del XIX que cuelga de la fachada del Museo del Prado a modo de reclamo, mientras pasa la vida (de Madrid)... "A esta selección la he llamado La ciudad que soy", dice.

Él, Ángel de la Rubia (Oviedo, 1981), persigue casi un imposible, captar el cambio en un instante, su objetivo busca todo aquello que desaparece, que se desvanece lentamente en un mundo demasiado agitado para percatarse de lo que se va sin hacer ruido, y por eso su obra esta plagada de silencios y de soledades, de todo lo que pasa mientras parece que no pasa nada. "Supongo que después vendrá la serie de lo que aparece, de lo que llenará esos vacíos", anuncia. Y él, Ángel Tornero (Baeza, 1978), tiene una mirada intervencionista, casi quirúrgica. Disecciona la realidad con cada fotografía, se apodera de ella y luego disecciona cada fotografía y crea una realidad distinta, un collage inquietante; un elemento o un espacio familiar y conocido, casi inocente, pero que, al ser trastocado, adquiere una dimensión monstruosa, casi sádica, a veces grotesca, y provoca la sensación de que una sombra informe planea por encima, una manera tan naif como brutal de jugar con la realidad. "Es todo muy instintivo, a veces parece torpe, pero es que mi intención es que sea bruto, salvaje, creo que por eso no puedo hablar mucho de ello", comenta.

Plataforma para artistas emergentes

Ella, él, él, y él, Aquí. 4 fotógrafos desde Madrid, formando una espiral de 50 imágenes que ascienden por el torreón del Canal de Isabel II hasta su bóveda, convertida por Tornero en una gigantesca jaula para urracas que deja la cabeza del edificio llena de pájaros. La muestra, que se abre mañana al público hasta el 19 de abril, coincidirá con ARCO 09 y sirve de plataforma para algunos de los artistas emergentes del panaroma madrileño. Organizada por la Consejería de Cultura y turismo, viajará después a Milán dentro de la programación Made in Mad 2009, que este año se celebra en la ciudad italiana. Los cuatro fotógrafos que participan en este proyecto fueron seleccionados por miembros del comité de adquisiciones de la Colección de Arte Contemporáneo de la Comunidad. Lorena Martínez de Corral Codirectora de la empresa Expo Actual S.L. dedicada al comisariado de exposiciones de arte contemporáneo y moderno, apadrinó a Miren Doíz. "Al ocupar el espacio arquitectónico con pintura y después fotografiarlo, nos da a conocer otros puntos de vista por su forma tan singular de delimitar el entorno... Recreación, artista y espectador se funden en un triángulo que traspasa el límite bidimensional", argumentó.

Carlos Urroz, gestor cultural y coordinador del PAC (Proyecto de Arte Contemporáneo en Murcia), optó por Ricardo Cases. "Su obra destaca por su manera de fijar la mirada, por su capacidad para descubrir detalles en la ciudad, gestos cotidianos que identifican a los madrileños", dijo Urroz en relación con la obra.

Ferrán Barenblit, ahora director del Centro de Arte Dos de Mayo, es el padrino de Ángel de la Rubia. "Su trabajo actúa como extensiones de la memoria, que comparte trascendencia y fugacidad a partes iguales, y expande la fotografía documental hacia nuevos retos", dijo comentando las piezas de su seleccionado. Y, por último, José Guirao, director de La Casa Encendida, seleccionó el trabajo de Miguel Ángel Tornero. "El paisaje interior, las naturalezas muertas, la luz, se han convertido en los protagonistas de un mundo en el que los personajes están casi ocultos, engullidos por todo aquello que no son ellos".

Aquí. 4 Fotógrafos desde Madrid, se inaugura mañana en la sala de exposiciones Canal de Isabel II (Calle Santa Engracia, 125) hasta el 19 de abril. De M a S de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.30. Domingos y festivos de 11.00 a 14.00.

El bus de Juan III, de Miren Doiz.

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