Tensión en Castellar después de una marcha por la convivencia

Trescientas personas han gritado "fuera los gitanos" ante las casas de estos al término de la manifestación

La manifestación "Por la paz y la convivencia" convocada por el Ayuntamiento de Castellar, Jaén, tras los enfrentamientos entre payos y gitanos registrados el pasado fin de semana, ha concluido esta tarde con unas 300 personas gritando "fuera los gitanos" ante las casas de varias familias gitanas.

Una treinta de guardias civiles con equipación antidisturbios les impidió el paso hasta las casas de dos familias gitanas, en la zona de la localidad conocida como Casas Nuevas. La manifestación comenzó ya con ambiente tenso poco después de las siete y media de la tarde, en la puerta del Ayun...

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La manifestación "Por la paz y la convivencia" convocada por el Ayuntamiento de Castellar, Jaén, tras los enfrentamientos entre payos y gitanos registrados el pasado fin de semana, ha concluido esta tarde con unas 300 personas gritando "fuera los gitanos" ante las casas de varias familias gitanas.

Una treinta de guardias civiles con equipación antidisturbios les impidió el paso hasta las casas de dos familias gitanas, en la zona de la localidad conocida como Casas Nuevas. La manifestación comenzó ya con ambiente tenso poco después de las siete y media de la tarde, en la puerta del Ayuntamiento, con la lectura de un manifiesto por parte del director del colegio de primaria, Francisco Clavijo, en el que se decía que durante estos días se había dado una visión errónea de la localidad y que "Castellar no es un pueblo ni xenófobo ni racista".

En el manifiesto se pedía que la manifestación transcurriera con tranquilidad y en silencio, sólo roto al final de la marcha con un aplauso "para gritar al mundo que el pueblo es un lugar tranquilo". Bajo una lluvia persistente, alrededor de mil personas, de un pueblo de unos 3.800 habitantes, ha recorrido las calles entre gritos aislados como "nos han engañado", "que se los lleven alado de sus casas" y "fuera los gitanos". Al finalizar la marcha, el aplauso de los convocantes, que portaban una pancarta que decía "Por la paz y la convivencia en Castellar", ha sido acallado por silbidos y gritos de "dimisión", dirigidos al alcalde, Pedro Magaña, del PSOE, quien con el resto de la Corporación, con miembros de PP y Partido Andalucista (PA), han permanecido en el interior del Ayuntamiento.

Sobre las ocho y media de la tarde, el grupo de trescientas personas, integrado por hombres, mujeres, ancianos y menores, se han dirigido a la zona de Casa Nuevas, donde el pasado domingo se produjeron lanzamientos de piedras y rotura de cristales de dos viviendas y donde les esperaban los agentes de la Guardia Civil, sin que se produjeran disturbios.

La chispa que desató el conflicto de Castellar se produjo el sábado pasado en la zona de "botellón" de la localidad, en la que se produjeron enfrentamientos entre jóvenes payos y un grupo de la familia gitana conocida como "Del Puerto". A la mañana siguiente miembros de esa familia gitana amenazaron a varias familias de payos y la tensión creció durante el día hasta las seis de la tarde del domingo, cuando entre quinientas y mil personas participaron en una manifestación que salió del Ayuntamiento y concluyó frente a las viviendas de las familias gitanas con el lanzamiento de piedras y ventanas rotas.

La familia gitana "Del Tuerto" decidió irse de la localidad temporalmente, al igual que otras dos familias que, aunque declararon no haber participado en los altercados, alegaron que "sus niñas tenían miedo", y regresaron el martes. Varias organizaciones gitanas como la Unión Romaní, Secretariado Gitano y Mujeres Gitanas Universitarias habían pedido esta semana a las autoridades que retrasasen o impidiesen la manifestación de hoy para evitar nuevos "roces racistas".

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