Obsesionado con Victoria de Suecia
La policía sueca detiene a un danés vestido de samurai que proclamaba que quería asesinar a la heredera
La policía sueca ha detenido a un ciudadano danés que, disfrazado de samurai y armado con una espada, deambulaba por la isla báltica sueca de Öland proclamando su intención de asesinar a la princesa Victoria, coincidiendo con su trigésimo primer cumpleaños, informa hoy el periódico Ölandsbladet.
El individuo fue arrestado en la plaza de Borgholm donde, agitando una espada de samurai, había preguntado a varias personas el camino al palacio de Solliden, la residencia de verano de la familia real sueca.
Victoria, acompañada por sus padres, los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvi...
La policía sueca ha detenido a un ciudadano danés que, disfrazado de samurai y armado con una espada, deambulaba por la isla báltica sueca de Öland proclamando su intención de asesinar a la princesa Victoria, coincidiendo con su trigésimo primer cumpleaños, informa hoy el periódico Ölandsbladet.
El individuo fue arrestado en la plaza de Borgholm donde, agitando una espada de samurai, había preguntado a varias personas el camino al palacio de Solliden, la residencia de verano de la familia real sueca.
Victoria, acompañada por sus padres, los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, que desconocía el arresto, celebró ayer su aniversario, como en ella es costumbre, con los habitantes de Öland. Salió a las puertas del palacio, a recibir las felecitaciones de los isleños.
Un portavoz policial declaró al rotativo local Ölandsbladet que el ciudadano danés fue detenido inicialmente por posesión ilegal de armas, pero que tras recabar el testimonio de varios testigos se decidió cambiar la acusación.
No es la primera vez que el individuo, de 44 años, tiene problemas con la policía sueca. Agentes policiales lo detuvieron hace apenas una semana tras entrar en la redacción de Ölandsbladet rompiendo una foto de la heredera sueca en la portada de un periódico, mientras gritaba: "No debéis escribir sobre Victoria, no me gusta".
La policía sueca decidió entonces dejarlo libre sin cargos, algo que no ha sucedido en esta ocasión, a pesar de que el arrestado ha negado los hechos y se declara inocente.