Roca, el poder en la sombra

Ha controlado el urbanismo de Marbella desde 1991

Juan Antonio Roca nació en Mazarrón (Murcia). Llegó a Marbella sin nada -era un empresario fracasado- diciendo que era ingeniero de Minas. Con los años acabó siendo la mano derecha urbanística de Jesús Gil, desde que en 1991 éste llega a la alcadía. Desde entonces, ha sido el poder en la sombra. Tal vez por ello no concede entrevistas y apenas hay fotos de él.

Roca entra en el equipo de gobierno municipal con el pleno control del urbanismo, como gerente de la sociedad Planeamiento 2000, la sociedad municipal que gestiona el suelo de Marbella. Así ha podido supervisar los más de 600 conv...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Juan Antonio Roca nació en Mazarrón (Murcia). Llegó a Marbella sin nada -era un empresario fracasado- diciendo que era ingeniero de Minas. Con los años acabó siendo la mano derecha urbanística de Jesús Gil, desde que en 1991 éste llega a la alcadía. Desde entonces, ha sido el poder en la sombra. Tal vez por ello no concede entrevistas y apenas hay fotos de él.

Roca entra en el equipo de gobierno municipal con el pleno control del urbanismo, como gerente de la sociedad Planeamiento 2000, la sociedad municipal que gestiona el suelo de Marbella. Así ha podido supervisar los más de 600 convenios urbanísticos que ha suscrito el consistorio entre 1992 y 2004.

Imputado en el caso 'saqueo', Roca fue investigado por la Audiencia Nacional por presunta malversación de los fondos procecedentes de las arcas del Ayuntamiento marbellí.

El juez Juan del Olmo ordenó su ingreso en la prisión de Alcalá Meco en abril de 2002, junto a Gil y Gil y otros colaboradores de aquel. Días después quedó en libertad tras pagar una fianza de 450.000 euros.

Más tarde, como amigo de la alcaldesa, representó a Marisol Yagüe en las reuniones con Isabel García Marcos y Carlos Fernández, para dar forma a la moción de censura contra el entonces alcalde marbellí, Julián Muñoz.

Ahora, Juan Antonio Roca posee una valiosa colección de arte y una cuadra con decenas de caballos pura sangre, gracias a operaciones como aquella en la que desafectó una serie de terrenos municipales, los de La Cañada, convirtiéndolos de rústicos en comercial.

Juan Antonio Roca, en una imagen de archivo de 2003.EL PAÍS

Archivado En