Una bufanda de piel de conejo de Camilla levanta las iras de los ecologistas

Los defensores de los derechos de los animales acusan a la duquesa de Cornualles de "dar un ejemplo terrible"

La esposa de Carlos de Inglaterra, Camilla, ha levantado las iras de los defensores de los derechos de los animales tras su aparición en una visita oficial con una bufanda de piel de conejo auténtica, según informa hoy la prensa británica.

La duquesa de Cornualles lució la piel de conejo en un acto público en un colegio, al que asistió junto a su marido, el príncipe de Gales, en el condado de Gloucestershire (oeste de Inglaterra), cerca de su residencia oficial, agrega la prensa. Camilla, de 58 años, fue una gran aficionada a la caza del zorro hasta su prohibición en el Reino Unido en f...

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La esposa de Carlos de Inglaterra, Camilla, ha levantado las iras de los defensores de los derechos de los animales tras su aparición en una visita oficial con una bufanda de piel de conejo auténtica, según informa hoy la prensa británica.

La duquesa de Cornualles lució la piel de conejo en un acto público en un colegio, al que asistió junto a su marido, el príncipe de Gales, en el condado de Gloucestershire (oeste de Inglaterra), cerca de su residencia oficial, agrega la prensa. Camilla, de 58 años, fue una gran aficionada a la caza del zorro hasta su prohibición en el Reino Unido en febrero del año pasado.

Su decisión de mostrar un accesorio de piel auténtica en un acto público ha sido criticada por defensores de los derechos de los animales como Gente por el Tratamiento Ético de los Animales (PETA, en inglés), que la acusa de "dar un ejemplo terrible".

Para la portavoz de PETA, Anita Singh, "resulta sorprendente y chocante que ella eligiera ponerse una piel". "Camilla debería dar un buen ejemplo, sobre todo, teniendo en cuenta que Carlos defiende la conservación de la vida silvestre y que no glorifica la matanza de animales", indicó.

Singh lamentó la imagen que dio la duquesa de Cornualles ante una opinión pública contraria a la crianza de animales para su utilización en el comercio de la piel. A pesar de que este comercio es ilegal en el Reino Unido, las pieles son importadas legalmente de los países escandinavos y de China.