El Rey y Zapatero piden tolerancia para que no se repitan nuevos holocaustos

"Que nunca jamás pueda repetirse infamia semejante". Con estas palabras el Rey ha rendido esta noche un emotivo homenaje a las millones de personas muertas en los campos de exterminio nazis -unos recintos " diabólicos e inhumanos", ha dicho-, durante la conmemoración del Día de la memoria del Holocausto y la persecución de los crímenes contra la Humanidad.

Una ocasión que don Juan Carlos ha aprovechado para pedir "entrega y valentía" en la defensa de los derechos y libertades "de nuestros semejantes" y para recordar el firme compromiso de todos -"que debe ser el de las generaciones ven...

"Que nunca jamás pueda repetirse infamia semejante". Con estas palabras el Rey ha rendido esta noche un emotivo homenaje a las millones de personas muertas en los campos de exterminio nazis -unos recintos " diabólicos e inhumanos", ha dicho-, durante la conmemoración del Día de la memoria del Holocausto y la persecución de los crímenes contra la Humanidad.

Una ocasión que don Juan Carlos ha aprovechado para pedir "entrega y valentía" en la defensa de los derechos y libertades "de nuestros semejantes" y para recordar el firme compromiso de todos -"que debe ser el de las generaciones venideras"- con los derechos inalienables de la persona.

Los Reyes han presidido esta tarde en Madrid, en el Paraninfo de la Universidad Complutense, un solemne acto al que ha asistido también el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y representantes de otras instituciones del Estado. Un acto en el que han sido encendidas seis velas en recuerdo de los seis millones de judíos exterminados por los nazis, por el millón y medio de niños asesinados en las cámaras de gas, por los españoles que sufrieron en los campos de Mauthausen o Buchenwald, entre otros, o por las víctimas del pueblo gitano y otros colectivos perseguidos por el nazismo. Velas para homenajear a los "Justos entre las Naciones", aquellos que arriesgaron su vida para salvar a los perseguidos, como el embajador español Sanz Briz -una de sus hijas, Angela, encendió uno de los cirios- y a los supervivientes de la barbarie.

Un acto sencillo pero intenso en el que el Gran Rabino de Madrid, Moshé Bendahan Israel, ha recitado la oración Male Rajamin, en el que se interpretaron viejas canciones sefardíes o en el que Jacques Stroumsa, superviviente del campo de Auschwitz, ha tocado en su violín la canción Elí, Elí.

La voz de los supervivientes

Al igual que otros países europeos, el Gobierno de España decidió celebrar oficialmente cada 26 de enero, coincidiendo con el aniversario del descubrimiento por el Ejército ruso del horror de Auschwitz, el Día de la Memoria del Holocausto y la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad. Especialmente emocionado ha sido el recuerdo del monarca para "los miles de hijos de España" que "tanto padecieron" en los campos de concentración nazis "y a quienes vilmente les fue arrebatada la vida en aquellos campos del horror".

Algunos de los supervivientes, hoy octogenarios, han participado en el acto, junto a familiares de otros que no resistieron el horror de las cámaras de gas o los trabajos forzados. Uno de esos supervivientes, Ramiro Santisteban, que estuvo en Mauthausen, ha leído el mensaje de otro testigo mudo de la barbarie nazi, el ex ministro e intelectual Jorge Semprúm, que estuvo preso en Buchenwald. "Hoy es un día abierto hacia el porvenir de una Europa solidaria y unida", han sido las palabras de Semprúm.

Para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el de hoy debe ser todos los años un día para derrotar al olvido, "la cara más oculta de la mentira. Sólo reconociendo la verdad -ha dicho- podremos extirpar las raíces de la destrucción". Zapatero, acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa, ha dicho que "siempre hay lugar para la esperanza", ha prometido políticas educativas para que los jóvenes conozcan lo que ocurrió y puedan prevenirse nuevos genocidio en el futuro, un esfuerzo educativo en valores que combatan todo tipo de violencia.

"Nuestra sociedad -ha agregado el presidente- es tolerante y debe seguir siéndolo. No cabe tolerancia sin libertad. Es el mejor síntoma de que somos libres. No podemos bajar la guardia ante el horror. La inacción es el primer escalón hacia el olvido. Nunca volveremos el rostro".