Entregados a la beneficencia los 100 kilos de oro de un premio de lotería cuyo ganador no reclamó

Los 1.125.800 euros han sido entregados a una ONG

Carteles por la calle, una gran pancarta en un sucursal bancaria, en fin, una caza del hombre en Baza (Granada) para encontrar al desafortunado ganador del segundo premio del Sorteo del Oro de la Cruz Roja. Cien kilos de este metal le habían correspondido, como comprador de la participación del número 68.465 con la serie premiada. O si prefería billetes a lingotes, 1.125.800 euros. Pero pese a los esfuerzos de la organización del sorteo, el agraciado no ha aparecido, se han agotado los tres meses previstos por la ley, y el dinero ha ido a parar a la organización no gubernamental Fondo d...

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Carteles por la calle, una gran pancarta en un sucursal bancaria, en fin, una caza del hombre en Baza (Granada) para encontrar al desafortunado ganador del segundo premio del Sorteo del Oro de la Cruz Roja. Cien kilos de este metal le habían correspondido, como comprador de la participación del número 68.465 con la serie premiada. O si prefería billetes a lingotes, 1.125.800 euros. Pero pese a los esfuerzos de la organización del sorteo, el agraciado no ha aparecido, se han agotado los tres meses previstos por la ley, y el dinero ha ido a parar a la organización no gubernamental Fondo de Solidaridad.

El sorteo se celebró en Cádiz el pasado 21 de julio. El boleto al que correspondió el segundo premio se había vendido días antes en la sucursal de CajaGranada de la calle Alamillos de la localidad granadina. Allí sabían que la participación había sido adjudicada, pero no a quién. Así que allí colocaron un gran cártel para avisar al afortunado, y las calles de Baza se poblaron de otros de menor tamaño pero similar leyenda.

Pero pasaron los tres meses en balde, y ahora el dinero será dedicado a proyectos solidarios con colectivos vulnerables, según ha informado la Cruza Roja. De aquel que fue rozado de por la suerte nada se sabe, aunque hay quien sospecha que pudo tratarse de una joven que afirmó haber perdido las dos papeletas que había comprado en esa sucursal bancaria.