La lluvia causa inundaciones y el corte de la N-II en Girona

La Generalitat mantiene la alerta al menos hasta este miércoles debido al problema de desbordamiento de ríos

Una nueva jornada de fuertes lluvias en Girona ha desbordado el río Llobregat de la Muga a la altura de Campmany, ha hecho rebosar el pantano de Portbou, ha cortado carreteras, entre ellas la N-II, y ha causado desprendimientos y numerosas inundaciones en bajos, sótanos y aparcamientos.

Ante esta situación y la previsión de que las lluvias seguirán por lo menos hasta este miércoles, la Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil de la Generalitat ha activado la fase de emergencia 1 del Plan Inuncat.

Según fuentes de los bomberos, las precipitaciones continuadas que están c...

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Una nueva jornada de fuertes lluvias en Girona ha desbordado el río Llobregat de la Muga a la altura de Campmany, ha hecho rebosar el pantano de Portbou, ha cortado carreteras, entre ellas la N-II, y ha causado desprendimientos y numerosas inundaciones en bajos, sótanos y aparcamientos.

Ante esta situación y la previsión de que las lluvias seguirán por lo menos hasta este miércoles, la Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil de la Generalitat ha activado la fase de emergencia 1 del Plan Inuncat.

Según fuentes de los bomberos, las precipitaciones continuadas que están cayendo durante todo el día en la zona mar nororiental de Cataluña, han desbordado rieras como las de Roses y Port de la Selva y están causando problemas de movilidad en la comarca gerundense del Alt Empordá. En la ciudad fronteriza de La Jonquera, los comerciantes han decidido cerrar sus establecimientos a media tarde para evitar inundaciones, mientras que en Figueres y Roses también se han cortado algunas calles por acumulación de agua.

La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha emitido esta tarde un comunicado en el que avisa del peligro hidrológico ante la crecida de los caudales de ríos y rieras, con riesgo de desbordamiento en la provincia de Girona, especialmente en el Alt Empordá.

Problemas en Madrid

La lluvia que ha caído en las últimas horas sobre Madrid, las obras en numerosos puntos de la capital y algunos accidentes que se han registrado a primeras horas de la mañana han originado importantes atascos, en plena hora punta, en las entradas a Madrid y por el interior de la ciudad.

Todas las vías de entrada a Madrid y las autovías de circunvalación M-30 -afectada por obras de remodelación- y M-40 registraron importantes retenciones que continuaban a las nueve y media de la mañana y se extendían hasta sumar casi 90 kilómetros de longitud en los distintos accesos. La autovía más afectada, a las nueve y media de la mañana, era la M-40, con 15 kilómetros de retenciones entre Villaverde y Hortaleza, otros 10 kilómetros entre Pozuelo y la autovía de Colmenar, y retenciones de siete, cuatro y tres kilómetros en otros tramos.

La A-6 (carretera de La Coruña) presentaba ocho kilómetros de atascos entre Las Rozas y La Florida, y otros cuatro antes de Las Rozas; la M-607 (carretera de Colmenar) sufría retenciones a lo largo de siete kilómetros en el término de Colmenar Viejo, y otros 11 kilómetros en la entrada de Madrid; y la A-1 (carretera de Burgos) tenía importantes retenciones de entrada desde Alcobendas.

La A-2 (carretera de Barcelona) registraba cinco kilómetros de circulación lenta y paradas en Torrejón de Ardoz; y otros seis entre San Fernando y la entrada a Madrid; la M-45, cuatro kilómetros en dirección hacia la A-2; la A-5 (carretera de Extremadura), cuatro kilómetros más en la zona de El Batán; y la M-501 y M-503 también sufrían retenciones de tres o cuatro kilómetros en Alcorcón y Pozuelo, respectivamente.

El interior de la capital también ha sufrido las consecuencias de los atascos, ya que un accidente ocurrido en el nudo de Manoteras, en la salida hacia la A-1, originó importantes retenciones que afectaron tanto a la entrada como a la salida de Madrid. Ese atasco se fue extendiendo a lo largo del eje norte-sur delimitado por el Paseo de la Castellana, que se prolongó hasta el Paseo del Prado y Delicias. Los movimientos transversales también se vieron afectados al no poder superar los coches el embotellamiento de La Castellana, y los efectos de la retención se fueron extendiendo como una mancha de aceite a diversas partes de la capital.

En definitiva, la hora punta de hoy en Madrid ha estado marcada por los atascos y las largas colas de personas que se agolpaban en las paradas de los autobuses esperando la llegada del transporte público, que también se ha visto afectado por los problemas circulatorios. Esto ha hecho que muchos viajeros optaran por utilizar el metro, que ha registrado más afluencia de gente que otros días.

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