40.000 euros por una trufa podrida

Varios famosos, entre ellos Gwyneth Paltrow y Roman Abramovich, pagaron una fortuna para degustar un manjar que acabó enterrado de nuevo en el jardín del cocinero

De la tierra a la cocina y de la cocina, a la tierra. Ese ha sido el triste periplo de una fantástica trufa de casi un kilo de peso por la que varios famosos, entre ellos, la actriz Gwyneth Paltrow y Roman Abramovich, el multimillonario propietario del Chelsea, habían pagado 28.000 libras esterlinas, unos 40.000 euros, con fines benéficos. El estupendo manjar se pudrió en la cocina del selecto restaurante londinense donde iba a ser cocinada y fue enterrada sin honor en el jardín del jefe de cocina, según cuenta en su página web la BBC.

La trufa, procedente de la localidad italian...

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De la tierra a la cocina y de la cocina, a la tierra. Ese ha sido el triste periplo de una fantástica trufa de casi un kilo de peso por la que varios famosos, entre ellos, la actriz Gwyneth Paltrow y Roman Abramovich, el multimillonario propietario del Chelsea, habían pagado 28.000 libras esterlinas, unos 40.000 euros, con fines benéficos. El estupendo manjar se pudrió en la cocina del selecto restaurante londinense donde iba a ser cocinada y fue enterrada sin honor en el jardín del jefe de cocina, según cuenta en su página web la BBC.

La trufa, procedente de la localidad italiana de San Miniato, había sido comprada en una subasta vía satélite y el dinero que se pagó por ella fue entregado a la fundación Children in Crisis.

El propietario del restaurante, Enzo Cassini, ha atribuido el incidente al hecho de que la trufa hubiera estado mucho tiempo expuesta a la vista de los curiosos. "Venían hasta de París para verla", ha explicado Cassini, quien ha lamentado que el manjar fuera sacado cada vez de la cámara frigorífica para su exhibición.

El incidente no ha desanimado a Cassini, quien ha prometido comprar una aún mayor para el año próximo y, por supuesto, cuidarla un poco mejor. De momento este año ha comprado trufas por valor de 2.000 libras (2.400 euros) para compensar a los comensales que se quedaron sin hincar el diente a la original.

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