LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

La fiscal pide el ingreso en prisión de Antonio Toro por el suministro de explosivos el 11-M

El cuñado del ex minero José Emilio Suárez Trashorras ya estaba imputado en esta causa por un delito de colaboración con banda armada

La fiscal de la Audiencia Nacional Olga Sánchez, encargada de la investigación de los atentados del 11-M, ha pedido hoy el ingreso en prisión de Antonio Toro, por los delitos de colaboración con organización terrorista islamista y por el de suministro de sustancias explosivas, según han informado fuentes jurídicas. Toro, cuñado del ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras, ya estaba imputado en esta causa por un delito de colaboración con banda armada, aunque hasta hoy la fiscal no había encontrado indicios suficientes contra él como para pedir su encarcelamiento.

Según las fue...

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La fiscal de la Audiencia Nacional Olga Sánchez, encargada de la investigación de los atentados del 11-M, ha pedido hoy el ingreso en prisión de Antonio Toro, por los delitos de colaboración con organización terrorista islamista y por el de suministro de sustancias explosivas, según han informado fuentes jurídicas. Toro, cuñado del ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras, ya estaba imputado en esta causa por un delito de colaboración con banda armada, aunque hasta hoy la fiscal no había encontrado indicios suficientes contra él como para pedir su encarcelamiento.

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Según las fuentes consultadas, el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, quien instruye el sumario abierto a raíz de los atentados de Madrid, no decidirá hasta mañana si decreta el ingreso en prisión de Toro, quien, no obstante, permanece encarcelado desde el pasado 14 de octubre por orden de la Audiencia Provincial de Oviedo por un delito de narcotráfico. Del Olmo ha postergado su resolución a la espera de practicar una serie de diligencias que también afectarían a otros dos nuevos imputados en esta causa y que ayer prestaron declaración ante él, los hermanos Pérez Tronco, propietarios de las minas asturianas Mina Conchita y La Collada, de donde supuestamente fueron sustraídos los explosivos que después fueron vendidos a los autores de la masacre.

La fiscal solicitó la prisión de Toro basándose en los últimos informes periciales de la Guardia Civil, en los tres careos a los que ha sido sometido con Suárez Trashorras, el ex confidente de la Guardia Civil Rafa Zouhier, también en prisión por estos hechos, y el testigo protegido Francisco Javier Villazón Lavandera, Lavandero, así como en las declaraciones prestadas por otros coimputados en relación con la trama de los explosivos del 11-M. En el transcurso de la "vistilla" del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que se ha celebrado hoy para decidir sobre la modificación de la situación personal de Toro, éste negó todas las acusaciones existentes contra él.

Séptima comparecencia en la Audiencia

Ésta es la séptima comparecencia del cuñado de Trashorras en la Audiencia Nacional en relación con los atentados del 11-M, la primera fue a raíz de su detención el pasado 28 de marzo, aunque quedó en libertad el 2 de abril tras permanecer varios días en situación de detención judicial. En esa ocasión, Toro admitió ante el magistrado que había coincidido en la cárcel asturiana de Villabona con uno de los detenidos en relación con los atentados de Madrid, el marroquí Rafa Zouhier.

Durante su declaración entonces, Toro dijo que, al salir de prisión, Zouhier le presentó a unos amigos y él les puso en contacto con Trashorras, aunque insistió en que no sabía nada de la dinamita Goma 2 Eco supuestamente robada y empleada en los artefactos que explotaron el 11 de marzo. Posteriormente, el 9 de junio volvió a ser detenido junto a su hermana Carmen Toro, esposa de Suárez Trashorras, y otros implicados en la trama de los explosivos y los dos quedaron en libertad el 18 de junio tras ser interrogados por Del Olmo, quien, en un auto para cuya notificación alzó parcialmente el secreto de sumario, aseguraba que no se habían hallado datos incriminatorios contra ellos.

En concreto, el auto decía que "las conversaciones telefónicas (intervenidas a ambos) que hacían pensar en un nivel superior de participación, han sido adecuadamente aclaradas y perfiladas, en lo que resultaría una actividad de tráfico de drogas" con personas no vinculadas a los atentados. El pasado 16 de noviembre, Del Olmo volvió a tomar declaración a Toro y luego ordenó que éste se sometiera a careos con Trashorras, Zouhier y con un testigo protegido el confidente quien, en una conversación grabada en 2001, acusó a los cuñados de manejar grandes cantidades de dinamita.

Imagen de archivo de Antonio Toro Castro, tomada el pasado 30 de septiembre en Oviedo.EFE

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