LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

La policía detectó envíos de dinero a España de extremistas islámicos para comprar 'pisos francos'

La Europol considera que los atentados del 11-M fueron "de bajo coste" y no requirieron de fuertes inyecciones monetarias desde el extranjero

La policía cree que los atentados del 11 de marzo en Madrid costaron poco dinero, por lo que los terroristas, "siete y ocho", no necesitaron de "una gran transferencia" de dinero venida del extranjero para poder llevarlos a cabo. En cualquier caso, los investigadores españoles sí detectaron en 2002 una inyección de fondos de extremistas islámicos en Alemania para comprar pisos francos en España.

Así se deduce de un informe de la Europol fechado el 26 de marzo y entregado ayer por el Gobierno a la comisión parlamentaria que investiga los atentados. Que se trate de "una operación ...

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La policía cree que los atentados del 11 de marzo en Madrid costaron poco dinero, por lo que los terroristas, "siete y ocho", no necesitaron de "una gran transferencia" de dinero venida del extranjero para poder llevarlos a cabo. En cualquier caso, los investigadores españoles sí detectaron en 2002 una inyección de fondos de extremistas islámicos en Alemania para comprar pisos francos en España.

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Así se deduce de un informe de la Europol fechado el 26 de marzo y entregado ayer por el Gobierno a la comisión parlamentaria que investiga los atentados. Que se trate de "una operación de bajo coste" financiada "localmente" "pone de relieve la total vulnerabilidad de la Unión Europea a los potenciales ataques terroristas, que requieren un desembolso comparativamente bajo por parte de los autores".

La Europol concluye que el hecho de que la célula terrorista tenga carácter local y no reciba ayuda de expertos extranjeros hace que sus operaciones sean "seguras y menos costosas". En cuanto a lo que se tardó en planear el ataque, la Europol "excluye ideas apresuradas en el montaje de la operación", dada la sincronización de las bombas en las paradas de tren. Y resalta: "Podría ser útil saber si estos individuos residieron por un largo periodo de tiempo o si se seleccionó el área del objetivo y se establecieron allí posteriormente".

En cualquier caso, la Europol destaca que, siendo la red Al Qaeda "el primer sospechoso" de los ataques, descubrir las fuentes de financiación de la célula terrorista tendría gran importancia para poder localizar otros grupúsculos similares dentro de la UE. Y es conseguir dinero es "la principal prioridad" de estos grupos, pero no para perpetrar ataques, como se podría pensar, sino para otras actividades que comparativamente acarrean gastos más altos: comprar pisos en los que urdir atentados y esconderse, viajar a campos de entrenamiento terrorista en otros países, etcétera.

Lo más común en estos casos es que las células terroristas que preparan un atentado reciban una transferencia de dinero "algunos meses antes" de la fecha del ataque; caso aparte son los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York, que "se financiaron desde el exterior por un periodo de tiempo relativamente largo, lo que comportó varios fondos y transferencias de dinero".

En el caso del 11-M, hubo "indicadores significativos" a medio plazo de que se produjo esta transferencia de fondos. "Durante el periodo de 1999 a 2001, un individuo estaba actuando como correo de dinero, comprometido en viajes y contratos en nombre de un pequeño grupo de extremistas islámicos con base en París, y se desplazaba entre el Reino Unido, Dinamarca y España. En el 2002, las agencias policiales españolas descubrieron la entrada de las transacciones que procedían de Alemania, las cuales se creyeron que estaban destinadas para pagar propiedades, que se reservaron como pisos francos en España".

A partir de ese año hasta mediados de 2003, las pesquisas de los investigadores españoles permitieron localizar "con éxito" a un individuo que transfirió 2,6 millones de euros a varios destinos internacionales entre "abril de 2001 y marzo de 2003". "Parte del mismo podría ser para la investigación terrorista", concluye el informe. "Este individuo, con base en España, era el enlace esencial para captar y reunir las contribuciones económicas y para realizar transferencias específicas con cantidades destinadas a cuentas bancarias en los países designados", entre ellos Estados Unidos, China y naciones del sudeste asiático.

Entre septiembre de 2001 y junio de 2003, un grupo de norteafricanos establecidos en Italia remitieron dinero al extranjero a través de pequeñas empresas italianas; estos individuos han sido relacionados con actividades extremistas. Durante esos meses, parte del dinero viajó a España, aunque también a Suiza y Túnez.

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