LA PLAGA DE LOS INCENDIOS FORESTALES

El fuego queda controlado en Extremadura después de quemar 10.000 hectáreas

El Valle del Jerte y las Hurdes, las zonas más afectadas

Sólo uno de los 12 incendios que anoche ardían en Extremadura siguen activos, aunque no entrañan peligro para la población, según la Junta que preside Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que hoy ha visitado algunas de las zonas arrasadas por los incendios. Pese a quedar controlados la mayoría de los fuegos durante la noche y el día de hoy, en el que la bajada de temperaturas ha ayudado mucho, hasta 10.000 hectáreas han ardido en la comunidad, todas en la provincia de Cáceres, en lo que va de verano.

Sólo un frente en Ovejuela, en la comarca de Las Hurdes, que se mantiene ardiendo sin control,...

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Sólo uno de los 12 incendios que anoche ardían en Extremadura siguen activos, aunque no entrañan peligro para la población, según la Junta que preside Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que hoy ha visitado algunas de las zonas arrasadas por los incendios. Pese a quedar controlados la mayoría de los fuegos durante la noche y el día de hoy, en el que la bajada de temperaturas ha ayudado mucho, hasta 10.000 hectáreas han ardido en la comunidad, todas en la provincia de Cáceres, en lo que va de verano.

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Sólo un frente en Ovejuela, en la comarca de Las Hurdes, que se mantiene ardiendo sin control, queda activo de un incendio que ha arrasado 8.500 hectáreas, según la Junta. Ya han quedado controlados los focos de Hervás, Cabezabellosa y Hoyos, en Sierra de Gata. De igual modo, en La Vera se encuentra controlado el fuego de Robledillo de la Vera y extinguido el que afectaba a Cuacos de Yuste y Losar de la Vera. Mientras, el incendio de El Bronco-Santa Cruz de Paniagua ha sido apagado.

Actualmente existen varios focos activos en Portugal, en la zona de Portalegre y Sierra de San Mamede, que no afectan a Extremadura, pero que son objeto de una vigilancia especial.

El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que esta tarde ha visitado la comarca de Las Hurdes, se ha comprometido a arbitrar más medidas de prevención contra incendios en la región de forma inmediata. Tras felicitar a los alcaldes de la zona por su "serenidad y coraje", Ibarra ha anunciado que no es partidario en principio de solicitar la declaración de zona catastrófica para Las Hurdes porque no cree que por ello se consigan más ayudas. Además, ha anunciado la aprobación de una ley para hacer más anchas las pistas de cortafuegos, pese al daño ecológico que supondría. Igualmente, ha anunciado que la Junta está estudiando la aprobación de una ley que exija la autorización administrativa para vender la madera quemada en un incendio y con el requisito permanente de que los beneficios se destinen a la recuperación de la zona afectada por el fuego.

Apagado el fuego en Maçanet

Los dos grandes incendios que han afectado en los últimos aías al término de Maçanet de la Selva y al parque natural de Sant Llorenç del Munt, en la comarca del Vallés, han quedado hoy definitivamente apagados tras haber calcinado cerca de 6.000 hectáreas. Pese a ello, los bomberos han seguido refrescando la zona para evitar nuevos rebrotes.

Desde anoche, muchos de los más de 5.000 vecinos que fueron desalojados del núcleo de Maçanet y de tres urbanizaciones de la periferia han ido volviendo a sus casas, algunas de las cuales han quedado muy dañadas por el fuego.

Un hombre regresa a su casa en Maçanet de la Selva, en medio de las cenizas del incendio.EFE

Inseguridad en las urbanizaciones catalanas

Pese a que la situación parece ya mucho más tranquila en Sant Llorenç Savall y Maçanet de la Selva, los incendios registrados en los últimos días en Cataluña, que han obligado a evacuar a miles de personas de varias urbanizaciones, han puesto de relieve las deficiencias de estas instalaciones en materia de seguridad ante el fuego. 700 de las 900 urbanizaciones que existen en Cataluña incumplen la regulación para hacer frente al fuego.

Desde 1995, existe un decreto que establece que las urbanizaciones separadas de núcleos urbanos y situadas a menos de 500 metros de las masas forestales deben contar con accesos para los vehículos de los bomberos, disponer de tomas de agua cada 550 metros y que los alrededores de las viviendas estés despejados de vegetación. La mayoría de las urbanizaciones catalanas, construidas muchas de ellas durante las décadas de los 60 y 70 sin atender a ningún tipo de regulación urbanística, no cumplen estos requisitos. El pasado mes de abril, la Generalitar y los ayuntamientos acordaron una ley que da a las urbanizaciones cinco años para adaptarse a estos requisitos.

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