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Logística y digitalización, el manual de supervivencia para pymes

Tras el golpe de la pandemia y la actual incertidumbre económica, muchas pymes han convertido la plena digitalización de su modelo de negocio y las soluciones logísticas integrales en fundamento para su continuidad

Digitalizar el modelo de negocio y solucionar quién y cómo realizará el proceso logístico están marcando el desarrollo y futuro de las pymes.iStock

Algunas de las empresas más pujantes de España, motores de la innovación y la excelencia en sus respectivos ámbitos, son pymes, es decir, compañías con plantillas de menos de 50 miembros. Es el caso, sin ir más lejos, de El Deseo, la productora cinematográfica de los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar; de Palomo Spain, la marca del modisto y diseñador Alejandro Gómez Palomo; de la sociedad que administra la casa Batlló, uno de los edificios más singulares del arquitecto Antoni Gaudí en Barcelona; de la empresa de servicios al transporte pesado Vatservices; de la diseñadora de antenas Fractus, o de la proveedora online de electricidad Holaluz, por citar solo unas cuantas. Las dos primeras de esta lista se presentan solas. Las cuatro últimas entraron en el programa Elite, una selección de “mil empresas [75 de ellas españolas] que inspiran a Europa” elaborada por el London Exchange Group (LSG).

En nuestro país, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo actualizados a junio de 2022, hay más de 2.935.000 pymes (es decir, empresas medianas, pequeñas y microempresas). Constituyen más del 95% del total de sociedades de negocio españolas y dan empleo a más de 16 millones de trabajadores. Para Jordi Comas, experto en transformación tecnológica y profesor de la escuela universitaria La Salle de Barcelona, España es un país de pymes: “Sería un error considerarlas una especie de tejido empresarial de baja densidad o de segundo orden, porque suponen, más allá de los grandes grupos del Ibex-35, el mejor barómetro de nuestra actividad económica cotidiana”.

Las pymes, en la encrucijada

Sin embargo, tal y como destaca el propio Comas, “la pandemia ha supuesto una formidable prueba de estrés para estas empresas de dimensiones reducidas o intermedias, y muchas de ellas, por desgracia, no la han superado”. En enero de 2020, España contaba con 3.417.000 empresas de estas características, lo que significa que cerca de medio millón (en su mayoría, microempresas) se han quedado en el camino en un periodo de poco más de dos años. Las cifras son elocuentes: el grueso de la destrucción de tejido empresarial en nuestro país se ha cebado con las pymes, el eslabón decisivo, pero también el más frágil de la cadena.

El resto de compañías se asoman a un contexto de volatilidad extremo, marcado por las posibilidades de transformación digital y crecimiento que ofrecen planes como las ayudas del programa Next Generation de la Unión Europea, pero también por la aguda incertidumbre económica: según un estudio de la consultoría Dipcom Corporate, el 45% corren riesgo de desaparecer a medio plazo.

Decisiones cruciales para la supervivencia

En la actual encrucijada, las empresas que están inmersas en un proceso de replanteamiento estratégico para crecer y, muy especialmente, sobrevivir a la criba que se avecina, tienen que tomar decisiones cruciales. La primera, según el profesor Comas, es optar “por digitalizar su modelo de negocio, con o sin acceso a ayudas, y en qué medida lo hacen. La razón está en que una digitalización superficial, que consista solo en dotarse de herramientas tecnológicas básicas y no conlleve una verdadera transformación de la estructura empresarial y de las mentalidades, apenas marcará la diferencia”.

La segunda, en opinión de Jesús Royo, profesor de Logística Tecnológica en la Universidad de Zaragoza, es si, como consecuencia de la digitalización y la apuesta por el comercio electrónico, “se orientan a importar, exportar o distribuir a distancia su producto”. Y, en caso de que lo hagan, “a cómo resuelven las necesidades logísticas que este cambio de modelo va a generarles”.

El proceso de logística para una pyme, desde que un paquete se envía hasta que llega a la casa del consumidor, puede pasar por recurrir a proveedores de servicios externos o acogerse a una solución logística integral.FreshSplash (iStock)

Tal y como explica Nacho de Pinedo, CEO de la escuela digital de ISDI, hay cuatro estrategias principales al alcance de cualquier empresa que quiera vender su producto a través de internet.

  1. El comercio electrónico (la creación de una tienda digital al uso) sería la primera de ellas. Quien opte por ella debe tener capacidad para “almacenar su producto y encargarse de la logística y distribución”.
  2. Si esto no es posible, una alternativa que facilita las cosas es el mercado web o marketplace. En él, “el comerciante actúa de intermediario entre el mayorista y el cliente final”, por lo que no necesitará acumular stock sino, sencillamente, hacerse cargo de la logística de envíos.
  3. Otra opción es la captación de contactos (leads), un tipo de intermediación en el que lo único que hace el intermediario es captar la petición del cliente y derivarlo al proveedor del servicio o producto a cambio de una comisión.
  4. Por último, está la venta omnicanal, para Pinedo, “la cuadratura del círculo”: una tienda física y una digital, ambas controladas por el mismo propietario, conviven, se complementan y se retroalimentan.

Como reconoce Royo, para una pyme no siempre resulta viable dotarse de un departamento logístico propio, “con personal cualificado y la infraestructura que ello conlleva”. Controlar este aspecto clave de una actividad empresarial abierta al mundo sería “lo idóneo”, pero tal vez no lo más sensato a corto plazo en el caso de empresas con estructuras livianas. Tampoco es sencillo poder cubrir de manera autónoma necesidades muy específicas, como la de una eficaz logística de frío en el caso de empresas que vendan productos termosensibles o perecederos (fármacos, alimentos…). Incluso el elemento en apariencia más sencillo de la ecuación, crear una eficaz plataforma online de venta, puede suponer un reto que muchas pequeñas empresas, por competitivas que resulten en sus sectores, no siempre serán capaces de asumir de manera óptima.

Tengo una pyme, necesito una solución integral

Las alternativas para deshacer el nudo gordiano pasan por recurrir a proveedores de servicios externos o, en condiciones ideales, acogerse a una solución logística integral.

Desde el pasado mes de mayo, Correos ofrece precisamente uno de estos trajes a medida, adaptados a las hechuras de pymes y autónomos. La presentaron en sociedad con la campaña La fuerza de un país, un canto a la España “que no cotiza en bolsa” y que salta “sin necesidad de una red de inversores”. María Pilar Caballero, directora gerente de Postal y Paquetería de Correos, describe la solución integral de su grupo como “el intento de ofrecer un servicio para cada necesidad”.

El servicio Correos Cargo ofrece, hasta el momento, tres vuelos directos semanales entre Madrid y Hong Kong. Correos

Este completo programa de asistencia a pymes incluye, según nos explica Caballero, “la posibilidad de vender online sin intermediarios y comisiones a través de la plataforma Correos Market”, la de acogerse “al servicio de transporte internacional aéreo de paquetería Correos Cargo” (que, de momento, ofrece tres vuelos directos semanales entre Madrid y Hong Kong) o la de recurrir a “Correos Frío, un servicio altamente especializado de envíos a temperaturas controladas”. Otra opción es la de ponerse “en manos de nuestra red de asesores comerciales personalizados”, un equipo que “les ayuda a diseñar su estrategia de venta online montándoles, si hace falta, su kit digital, su página web y su canal de venta”.

Para Caballero, estas soluciones responden a la vocación “de servicio público que ha caracterizado a Correos en sus más de 300 años de existencia”, en los que ha intentado ejercer de “elemento vertebrador de España, dinamizador de sus comunicaciones y su actividad económica”. Iván Maroto, director de Negocio Digital y Correos Market en Correos, añade que, desde el punto de vista de la digitalización del tejido productivo nacional, todo empezó “con Correos Market, un intento de ayudar a pymes de sectores muy específicos, como la alimentación o la producción artesanal, y que al principio se enfocaba sobre todo a empresas de la llamada España vaciada”. Desde entonces, según explica Maroto, “ha crecido hasta reunir a más de 1.500 vendedores, entre pymes y autónomos, y se está consolidando como el gran marketplace independiente del conjunto de las empresas españolas”. Este año han registrado un crecimiento del 22% y ya acumulan “más de 16.000 productos en catálogo”.

Con la diversificación de su estrategia, han entrado nuevos vendedores procedentes de ámbitos como “el hogar, la moda, la tecnología, la salud y la belleza”. Entre los últimos en acogerse a la red de venta y logística de Correos Market, Maroto cita a socios “estratégicos” como “Velca, empresa gallega de movilidad eléctrica; Sepia, fabricante de camisas muy innovadoras o la tecnológica TD Systems, entre otros”. Pymes, en fin, que no se conforman con sobrevivir en un contexto difícil, sino que aspiran a la innovación y la excelencia.

Un ejército logístico desplegado por toda España

El 12 de octubre, coincidiendo con el desfile militar de la Fiesta Nacional de España, Correos presentó su campaña audiovisual Las Fuerzas Logísticas, complemento de la lanzada en primavera de este año, La fuerza de un país. En ella, tal y como destaca María Pilar Caballero, directora gerente de Postal y Paquetería de Correos, “intentamos poner en valor nuestro principal activo: los 32.000 carteros y carteras (6.000 de ellos en zonas rurales de la llamada España vaciada) que recorren a diario 700.000 kilómetros para realizar 6,6 millones de envíos”.


En palabras de Caballero, “desde Correos, pensamos en ellos como nuestro ejército, nuestras fuerzas armadas de la logística española”. La campaña incide también en que Correos “dispone de una flota de 13.000 vehículos, 2.600 de ellos ecológicos”, y cuenta con “1.855 unidades logísticas y 2.400 oficinas”. Más allá de las cifras, Caballero destaca el papel jugado por la plantilla de Correos “en los peores momentos de la pandemia, en que seguimos operando como servicio esencial, llevando alimentos o libros de texto hasta el último rincón de España, ejerciendo una labor complementaria a la de la Unidas Militar de Emergencias (UME)”.


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