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La fuerza tractora de los fondos públicos

EL PAÍS y Cofides organizan un encuentro en el que diversas expertas analizan el papel de los recursos del Estado al servicio del tejido productivo nacional

España despide 2025 como el motor que mantiene el pulso en una Europa de velocidades desiguales. A pesar de los nubarrones que persisten en el horizonte global, la economía nacional ha logrado esquivar el estancamiento. Su fortaleza radica en un dinamismo que atrae el apetito del capital extranjero y empuja a sus propias empresas a una expansión internacional. Este apetito por seguir avanzando busca sacudir los cimientos del modelo productivo para orientarlo hacia la digitalización, la sostenibilidad y un empleo con mayor valor añadido.

En este engranaje de modernización, la Compañía Española de Financiación del Desarrollo (Cofides) se ha erigido en una pieza importante para engrasar la maquinaria económica. Actuando como un gestor público capaz de identificar las necesidades del mercado, la entidad ha redoblado su apuesta por la proyección exterior mediante herramientas consolidadas como el Fondo para Inversiones en el Exterior (Fiex) y el Fondo para Operaciones de Inversión en el Exterior de la Pequeña y Mediana Empresa (Fonpyme). Pero también ha asumido un rol transformador en nuestras fronteras. Con la gestión de los nuevos Fondos de Impacto Social (FIS) y de coinversión (Foco) —nutridos con los recursos de NextGenerationEU—, la institución financia proyectos y canaliza capital hacia una economía más innovadora y sostenible. La institución gestiona recursos por un total de 6.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 170% entre 2020 y 2025.

“El balance de 2025 para Cofides, como gestora de fondos públicos, es muy satisfactorio”, aseguró Ángela Pérez, presidenta de Cofides, en un encuentro organizado por EL PAÍS y la sociedad mercantil estatal público-privada que depende del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. “Esto significa que estamos más que triplicando nuestra actividad respecto a 2024”, explicó Pérez.

Además, la institución está implementando un plan de transformación para ser más eficiente y estar mejor preparada para el futuro, incorporando nuevas tecnologías y una gestión cada vez más transparente de los recursos públicos. Ello sucede en un contexto desafiante, en el que los conflictos geopolíticos, como la guerra comercial, emprendida por el presidente estadounidense Donald Trump, han trastocado la economía mundial. “2025 va a pasar a la historia del multilateralismo y de la política arancelaria, y no precisamente por buenas razones”, afirmó Marta Blanco, presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales de CEOE. “Es muy curioso que la palabra del año haya sido ‘arancel’. Eso dice mucho sobre el contexto que hemos dejado atrás”.

Aunque la economía española haya sabido esquivar los baches del camino, la política transfronteriza se ha visto amenazada. No es para menos. “El sector exterior representa cerca del 40% del PIB. Todo lo que ocurre en el ámbito internacional es crucial, tanto en exportaciones como en inversión”, resaltó la representante de la patronal. Por ello, agregó Blanco, es prioritario continuar impulsando la internacionalización de las empresas españolas para garantizar su competitividad. Es en este contexto donde el respaldo de Cofides resulta más que una prioridad. “Es una entidad fundamental para apoyar la internacionalización empresarial”, enfatizó Blanco. Salir al explorar nuevos mercados no es un objetivo per se. La meta es hacerlo con compañías robustas.

“El tamaño medio de la empresa española está bastante por debajo del de sus homólogas alemanas o francesas”, aseguró Maite Ballester, socia fundadora de Nexxus Iberia, un fondo de capital riesgo que apoya a la pyme en su crecimiento foráneo. “En ese sentido, organismos como Cofides han sido clave. No solo por su apoyo a fondos como el nuestro, sino también por su participación directa en la financiación de proyectos concretos fuera del país”, destacó. “Si no aumentamos el tamaño medio de la empresa española, será muy difícil competir a escala global. La escala importa y siempre va acompañada de una mayor inversión. Sin embargo, financiar ese crecimiento resulta muy complicado para una pyme, incluso si es líder en España en su sector”, abundó Ballester.

Junto a ello, Pérez expuso que la internacionalización debe verse como una oportunidad de crecimiento. “Hoy, en la mayoría de los sectores, es una obligación. Muchas empresas que no son capaces de escalar globalmente no tienen futuro”. Además, dijo que el país necesita asegurar sus cadenas de suministro y tener presencia en mercados que antes no eran tan relevantes. “Tradicionalmente, nuestra cartera se ha concentrado en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, pero es necesario crecer en regiones como Asia o África, que a menudo se perciben como mercados lejanos o de mayor riesgo”, aseguró la presidenta de Cofides. La empresa tiene una experiencia acumulada que frente a otras formas de financiación, le da un añadido. “Conoce muy bien la realidad del tejido empresarial y los retos a los que se enfrenta, y eso se nota. No solo en los instrumentos financieros, sino también en otros ámbitos, como la sostenibilidad”, aseveró Mercedes Valcárcel, directora general de SpainNAB, una alianza de organizaciones que impulsa la economía y las finanzas de impacto en España.

Valor añadido

“Cuando una empresa empieza a trabajar con financiadores como Cofides, hay un valor añadido muy relevante: te ayudan a identificar, poner en valor y visibilizar aspectos de sostenibilidad o de impacto que muchas veces ya estás haciendo, pero que no has sabido comunicar”, sostuvo Valcárcel. Gracias a estos atributos y a su solvencia operativa, la institución prevé cerrar 2025 con una cartera comprometida global de 4.230 millones de euros, lo que representa un crecimiento interanual del 62%. Este dinamismo responde en gran medida al exitoso despliegue de los instrumentos Foco y FIS, que han alcanzado un grado de implementación del 60% en apenas 12 meses, manteniendo firme el objetivo de adjudicar el capital total antes de agosto de 2026.

Tal celeridad refleja la gran capacidad de trabajo de los equipos de la empresa, quienes han gestionado con éxito los nuevos fondos sin descuidar su actividad habitual. De hecho, mientras ponían en marcha estos nuevos proyectos, el negocio tradicional de apoyo a la internacionalización de las empresas españolas siguió creciendo un 11% hasta alcanzar los 1.510 millones de euros, lo que demuestra que la entidad puede multiplicar sus resultados y cumplir con todos sus objetivos a la vez. “Cofides ha consolidado una forma de trabajar que nos permite avanzar con tranquilidad y con una gestión eficaz, transparente y rigurosa. Esto es especialmente relevante tratándose de la gestión de recursos públicos”, concluyó Pérez.

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